Alcalá del Júcar, pequeño municipio de Castilla-La Mancha, situado concretamente en Albacete. Sigo sin dejar de sorprenderme con ciertos pueblecitos encantadores, cuanto más pequeños más exquisitos.
Bonitos paseos por calles empinadas y estrechas y por el puente romano que atraviesa el río Júcar. Te quedas anonada mirando el paisaje y disfrutando del sonido de la naturaleza, por desgracia no podemos hacerlo normalmente ya que vivimos en un ajetreo continuo que nos hace olvidar lo encantador que puede llegar a ser una simple noche mirando las estrellas.
El Castillo está situado en la peña de la Hoz del Júcar, es de origen almohade y se construyó en los siglos XII y XIII. Actualmente es propiedad del ayuntamiento y tiene un uso turístico. Se escuchan numerosas leyendas sobre la princesa Zulema y sus amoríos.
En cuanto a las Cuevas del Diablo, las cuales se excavaron por el hombre con la intención de utilizarlas como corrales, palomares o alacenas, están situadas en las entrañas de la montaña. Se puede acceder a ellas a través de túneles puesto que están restauradas. Os encontraréis con espectaculares vistas a través de miradores y, además, podréis acceder directamente a otra cueva: la Cueva de Garadén.
Sin duda veréis la plaza de toros más curiosa que os hayáis imaginado puesto que es irregular, se reformó en 1902 con materiales tan simples como barro, paja, cantos de piedra… Actualmente está prohibida su entrada puesto que se encuentra en pésimas condiciones, aún así os recomiendo que os acerquéis hasta allí para observarla desde el exterior.
Quiero hacer referencia también a la Iglesia San Andrés, data del s. XVI, posee una mezcla de estilos barroco, neoclásico y gótico puesto que fue construida sobre otra iglesia derruida anteriormente. Desde aquí se pueden observar diferentes puntos del pueblo.
Además, para los más intrépidos y deportistas, este municipio ofrece numerosas actividades deportivas como rafting, piragüismo, escalada, espeleología, etc. Fin de semana perfecto sin duda alguna.
Imagen: sobrecastillalamancha