Este majestuoso lugar se encuentra en Filipinas, más precisamente en Bohol y está considerado como la octava maravilla del mundo. Si piensas que el lugar tiene algo que ver con el nombre, pues estás equivocado, ya que este paraíso ha sido bautizado así debido a la coloración marrón que toman sus elevaciones en época seca.
Se trata de un extraño conjunto de colinas, que suman en total 1200 y que parecen puestas allí por la mano del hombre, pero no es necesario mencionar que la naturaleza ha sido muy generosa con el lugar.
Imagínense una estadía en este lugar tan sorprendente que desde su nombre ya es una tentación… y ¡ojalá fueran de chocolate!…
Vía│Periodista Digital