
Por dicha la razón la línea aérea KLM de origen holandés tomó la decisión de realizar pruebas con combustible fabricado de algas para utilizar en sus aviones. Este producto fue distribuido por AlgaeLink, pionero en este campo.
Mediante este proyecto se pretenden ahorrar millones de euros anuales derivados de los costos de combustible y a la vez reduciendo la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera.
Una gran innovación que para muchos representa una salida muy inteligente para emplear en estos días, cuando abundan los fuentes contaminantes.

Vía Las Escapadas