No es un destino geográfico, pero sí uno en donde vive la imaginacióni ideal para ir con niños. Más ahora que ya está en España hace casi un año la traducción del último libro: Harry Potter y las reliquuias sagradas. Para comenzar nada mejor que ir a la céntrica King Cross Station. Allí se encuentra el famoso andén 9 3/4 que permitía a los aspirantes a magos a montarse en el Expreso Hogwarts.
Este encantador tren de vapor que lleva a la escuela es el North Yorshire Moros Railway. Este tren se coge en la estación de Pickering (a unos 330 kilómetros al norte de Londres) y el viaje lleva hasta la estación de Goathland que fue transformada en el pueblecito de Hogsmeade para la primera película de Harry Potter y la Piedra Filosofal.
Los más fanáticos también querrán pasearse por Oxford, ya que tanto en la Bodleian Library como en la Christ Church College (que se convirtió por un tiempo en el hall central del colegio Hogwarts) trasncurren gran parte de la historia del pequeño mago. Un lugar para rememorar la historia.