A pesar de no tener el título de capital, es el verdadero corazón de Polonia. Sufrió varias invasiones, pero nada, ni la ocupación Nazi pudo acabar con su belleza. Y es que esta ciudad de cuento atrapa con sus colores y puestas de sol a todo aquel que la pisa. ¿Te atreves a enamorarte dando un paseo por la plaza del mercado de Cracovia?
Preparaos porque, pasear por la plaza del mercado de Cracovia es pasear por la plaza medieval más grande de Europa. Cracovia puede presumir de tener una plaza de 40.000 metros cuadrados. Rynek Główny, como allí la llaman, es el centro neurálgico de la ciudad y desde allí parten las principales arterias. Llueva o nieve, en ella encontrarás carrozas con caballos, puestos de flores y muchas, muchas palomas.
La basílica de Santa María
Es la que se lleva todas las miradas cuando uno pisa la plaza del mercado de Cracovia. Y es que, su imponente fachada gótica, sus torres asimétricas y la leyenda que le rodean le hacen única. Cuenta la leyenda que las torres fueron encargadas a construir por dos hermanos arquitectos. A medida que crecían las torres, crecía su rivalidad. El mayor, enfermo de celos, asesinó a su hermano con un puñal antes de que éste la terminara. Así, su torre sería la más alta y bella. Después, lleno de culpa, se suicidó desde su torre. Ahora, el puñal cuelga en medio de la plaza (más abajo os cuento dónde) y la basílica luce dos torres de diferente alturas y estilos.
¡Una curiosidad! cuando el reloj marque en punto, mirad hacia la torre más alta de la basílica, la que tiene una corona en lo alto. Cada hora, durante todos los días del año, una trompeta entona el ‘hejnal’, una melodía de aviso que recuerda la invasión tártara del siglo XIII. Verás como de repente a mitad de la partitura, la melodía se interrumpe. No es que el trompetista se haya quedado sin aire, tranquilos, se conmemora así al guerrero que avisó a la ciudad de la invasión y murió con una flecha en la garganta.
La lonja de los paños (Sukiennice)
Es el edificio que divide a la plaza en dos y es, sin duda, el mejor lugar para adquirir souvenirs. Dentro, se encuentran recuerdos tradicionales al mejor precio. El ámbar, la artesanía de madera, las pieles y los motivos religiosos son los más típicos. Y ahora el consejo personal y basado en la experiencia: si os gustan las joyas, comprad ámbar. No es una orden, pero casi. El ámbar del éste es de muy buena calidad y podéis encontrar anillos, collares y colgantes de ámbar y plata por apenas 15 euros. Yo me vine con el conjunto entero; anillo, colgante y pendientes. Y estoy segura que el conjunto no superaría los 50 euros.
Y lo prometido es deuda, ¿recordáis el cuchillo de la leyenda de las torres? Pues bien, se encuentra colgado del techo en una de las entradas a la lonja, la que está situada frente a la basílica.
La torre del antiguo ayuntamiento
Si cruzamos la lonja, llegaremos al otro lado de la plaza del mercado de Cracovia, donde se levanta al oeste de la plaza la antigua torre del ayuntamiento con sus 75 metros de altura.
El ayuntamiento, como podéis imaginar, era algo más grande pero, en 1820 se demolió gran parte para ampliar la plaza. La plaza se amplió pero la torre se quedó más sola que la una y actualmente es la única parte original que se conserva del ayuntamiento.
Si pertenecéis a mi bando y sois de los que adoran ver las ciudades desde lo alto, podéis subir a la torre por apenas 2 euros (1 si tienes tarjeta de estudiante). Prepara las piernas porque son 110 escalones de piedra. Durante la ascensión podréis ver algunas exposiciones de trajes antiguos, armaduras y armas hasta llegar al punto más alto. Y de nuevo, consejo por experiencia: las vistas no son demasiado buenas, solo puedes asomarte por unas diminutas ventanitas. Hay mejores vistas desde otros puntos de la ciudad (que por supuesto os contaré en próximos post). Así que, si no disponéis de muchos días, podéis omitir el plan de subir a la torre sin problema.
La pequeña Iglesia de la plaza del mercado de Cracovia
La iglesia de San Adalberto, está al otro lado de la plaza y es tan pequeña y modesta que, a veces, pasa desapercibida. Sin embargo, es una de las iglesias de piedra más antiguas de Polonia ya que fue construida en el siglo X en el lugar en el que, según la leyenda, San Adalberto predicaba sus sermones.
En ella podéis disfrutar de conciertos de cámara (música clásica) casi todos los días. Dicen que es algo muy especial ya que es un lugar muy pequeño, donde solo caben 80 personas y la acústica es perfecta.
Alrededores de la plaza del mercado de Cracovia
Y como buena plaza mayor, no podía faltar una escultura central que vigilara la plaza. Se trata de Adam Mickiewicz un poeta y patriota polaco, cuya obra marca el comienzo del Romanticismo en Polonia. Está enterrado en la catedral del Castillo y su tumba reposa junto a la gran mayoría de los políticos y artistas polacos de gran prestigio.
Alrededor de la plaza podréis encontrar multitud de bares, cafés, pubs y restaurantes a cada cual más original. Y entre ellos, camuflada, la primera tienda de la plaza de Cracovia. Y no podía ser otra que… ¡Zara! El imperio inauguró en 2014 una enorme tienda de 5 plantas y 1.500 metros cuadrados, justo al lado del icónico Hard Rock Café.
Esperamos os haya servido de guía este pequeño paseo por la plaza del mercado de Cracovia. Seguiremos escribiéndoos consejos y trucos para descubrir ciudades como ésta. Y qué mejor que terminar el paseo disfrutando de buena comida a buen precio. ¿Dónde? en los 4 restaurantes más baratos de Cracovia.