Entre todas las ciudades y localidades turísticas que Chile pone a nuestra disposición, existe una que se encuentra por fuera de los recorridos naturales que plantean las agencias de viaje, como es la bellísima Iquique. En concreto, al tratarse de uno de los destinos nacionales que más ha crecido en los últimos años, pero que históricamente no se asocia al turismo, muchas personas terminan por perdérselo, aunque no debería ser así.
Lo primero que se debe tener en cuenta, para interpretar hasta qué punto se pueden observar elementos de la naturaleza interesantes, y realizar actividades de todo tipo en Iquique, es que para la ciudad, la actividad turística representa uno de los principales recursos económicos de sus habitantes, lo que se traduce, como muchas veces sucede, en el hecho de que todos ellos se muestren ampliamente serviciales con los recién llegados.
Ya si pensamos particularmente en los atractivos que Iquique puede poner a disposición de los turistas, entonces debemos destacar en primera instancia el balneario de la ciudad, uno de los más importantes de todo el territorio chileno, y que destaca especialmente por el hecho de que no poseen ningún tipo de marea sus aguas, por lo que es extremadamente seguro tanto para niños como para personas mayores.
Además, una de las ventajas de la ciudad es que presenta un clima templado durante todo el año, de forma tal que aunque no podamos bañarnos en el balneario en los meses de invierno, sí es posible recorrerla sin mayores problemas incluso cuando hace frío, y se activan otras opciones turísticas, como los sitios de entretenimiento y culturales.
En este sentido, aunque no descendamos de nuestro vehículo, podemos observar en distintos puntos de Iquique, playas, panoramas desérticos y otros elementos naturales muy destacables, que se ven acompañados por espacios de alojamiento bastante inferiores en costo a los de otros puntos turísticos de Chile.