
Si bien este lugar no posee la fama del gran Cañón del Colorado, y no presenta grandes acantilados o inmensas distancias, tiene un gran potencial en sus colores y el paisaje que conforma.
Se caracteriza por un color rojizo en sus paredes y diversas formas en las rocas realizadas por el trabajo del viento y del agua que seguramente los dejará sin palabras.

Una época ideal para visitar el lugar es en verano ya que al atardecer los colores se ven más intensos e impactantes logrando conmover a todos los viajeros.
Vía Nuestro Rumbo