Más de 4.000 jóvenes participan cada año en programas educativos en Estados Unidos sin cambios previstos para 2025
En un contexto internacional marcado por la incertidumbre política en Estados Unidos, la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero (ASEPROCE) ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a las familias y estudiantes interesados en cursar estudios en dicho país. Según la asociación, “en este momento la obtención de los visados J1 y F1 se está realizando sin ningún tipo de dificultad” y no se prevén alteraciones significativas de cara al próximo curso académico.
España se mantiene como uno de los países con mayor número de participantes en programas educativos en EE. UU., con más de 4.000 estudiantes anuales. Pese a rumores sobre una posible reestructuración o incluso supresión del Departamento de Educación estadounidense, ASEPROCE recuerda que la educación en EE. UU. no depende directamente del gobierno federal, sino que está gestionada en su mayoría por entidades estatales y distritos escolares. Esto implica que los programas de intercambio apenas se verían afectados por cambios de carácter nacional.
Dos modalidades de visado: J1 y F1
El visado J1 está dirigido a estudiantes de entre 14 y 18 años con un buen nivel de inglés y expediente académico sólido. Se trata de un programa de intercambio cultural con duración de uno o dos semestres, en el que los estudiantes conviven con una familia de acogida voluntaria y cursan estudios en un instituto público estadounidense.
Por su parte, el visado F1 permite una estancia prolongada y más personalizada. Los estudiantes pueden optar por una familia remunerada o residir en un internado, y asistir a un colegio privado o a un público bajo condiciones especiales. En este caso, los requisitos de idioma y expediente son más flexibles, adaptándose a una mayor diversidad de perfiles académicos.
Llamamiento a evitar agencias irregulares
ASEPROCE hace hincapié en la importancia de realizar los trámites a través de empresas legales y acreditadas. “Gestionar la estancia a través de estas empresas pirata puede suponer serios problemas para el estudiante”, advierte la organización, que agrupa a 70 entidades especializadas y con amplia experiencia en la gestión de programas educativos en el extranjero.
Asimismo, la asociación recuerda el valor histórico y social de estos intercambios: nacidos durante la Segunda Guerra Mundial como una forma de entendimiento entre culturas, han evolucionado hasta convertirse en una pieza clave para la formación internacional de miles de jóvenes.
“Una coyuntura política puntual no debe condicionar una decisión tan importante como el futuro académico de un estudiante”, concluyen desde ASEPROCE, que reafirman su compromiso con la calidad, la legalidad y la protección de los estudiantes que sueñan con formarse en el extranjero.
Sobre ASEPROCE
Fundada en 1987, ASEPROCE es una entidad sin ánimo de lucro que promueve la calidad y profesionalidad en el sector de los cursos en el extranjero. Representa a 70 empresas acreditadas que operan dentro del marco legal y ofrecen garantías de solvencia, experiencia y seguridad a estudiantes y familias.
