En Andalucía existen numerosos pueblecitos bellísimos. Uno de ellos es Casares, está situado en Málaga, en el límite con la provincia de Cádiz. Si vais una vez querréis repetir, puesto que su gente, su gastronomía, sus calles encaladas de blanco te hacer respirar paz y tranquilidad.
En la parte más alta del pueblo está el Castillo de Casares, no está bien conservado. Lo que queda de él data del s. XIII. Veréis en mejor estado las murallas con las puertas de entrada «Arco del Arrabal» y «Arco de la Villa». Aún así os aconsejo que lo visitéis puesto que ofrece unas maravillosas vistas, donde podréis ver la costa, la Bahía de Algeciras y la Serranía de Ronda. Un dato curioso es que dentro del Castillo está situado el cementerio. Éste es peculiar puesto que se adapta a la topografía del mismo y los nichos están encalados, algo que no se suele ver muy a menudo.
Paseando por el pueblo os encontraréis con la Fuente de Carlos III. En el s. XVIII se hicieron ciertas reformas para encauzar el agua del manantial al centro del pueblo. Está construida con piedra arenisca, se conserva en buen estado. Su construcción terminó en 1785 bajo en reinado de Carlos III, de ahí su nombre.
En el centro del pueblo está la Iglesia Parroquial de San Sebastián, data del s. XVII. Es una iglesia sencilla, en su interior veréis la imagen de Nuestra Señora del Rosario del Campo.
Casares no pasa desapercibida en la noche, para mi gusto es cuando más encanto tiene. Por ello os animo a pasear por las noches.
Imagen: mundofotos
