Cuando decimos Europa, seguramente se piensa en grandes ciudades maravillosas, repletas de arte, cultura e historia, pero también de decenas de miles de turistas que se agolpan en torno a sus atracciones, prácticamente que impidiendo ver nada. Pero lo cierto es que el continente europeo esconde un sin fin de pequeños lugares, tranquilos y con muy pocos visitantes, que ofrecen entornos naturales muy pintorescos y que suelen constituir un excelente ejemplo de la cultura tradicional del país.
Chassignolles
Cercana a la ciudad de Marsella, Chassignolles es una pequeña villa rodeada de un entorno pastoril verdaderamente de ensueño. Con suaves colinas coloreadas por el brillante verde de los viñedos surcados por pequeños senderos, y una población compuesta por pintorescas casitas de piedra que, junto a su iglesia, se remontan al siglo XII, constituye un excelente destino en Francia para disfrutar del aire puro, pero sin perderse algunos atractivos típicos del país galo, como lo son el vino, los quesos o la música. Además, si deseas un poco de fiesta nocturna o algo más sofisticado, siempre podrás realizar una pequeña excursión a la cercana Marsella.
Monferrato
Ubicado en el Piamonte italiano, Monferrato es una privilegiada localidad de una de las principales regiones vitivinícolas de Italia, por lo que disfrutar de sus sabrosos vinos, y explorar todo el proceso de producción, son de las actividades que no puedes dejar de visitar en este destino escondido de Europa.
Además, el pueblo en sí mismo presenta una arquitectura muy romántica y atractiva, que lo hace especial para los viajes en pareja, así como para el ecoturismo, ya que se cuenta con circuitos de senderos para explorar la naturaleza del lugar. Y todo ello sin mencionar los castillos, catedrales y museos que se encuentran en la zona.
Staufen
En el caso de Staufen, prácticamente podría catalogarse como el destino ecoturístico perfecto. Con una balance sin igual en cuanto a entorno natural y oferta de servicios, la localidad de Staufen in Breisgau posee varios atractivos dentro de la ciudad que posibilitan el descubrimiento de la cultura germana típica, mientras que sus alrededores son la puerta perfecta para conocer la famosa Selva Negra, un entorno natural único compuesto por una gran formación de confieras, que alberga una vida natural realmente sorprendente.
