Aunque su nombre completo es Stratford-upon-Avon, todo el mundo lo conoce simplemente como Stratford, una ciudad del centro de Inglaterra que acapara gran parte de las rutas turísticas del país, pues, aunque no sea muy conocida por otras atracciones, tiene el merito de ser la ciudad natal de William Shakespeare, el famoso dramaturgo que quedó inmortalizado en la literatura universal.
Tras los pasos de Shakespeare
Como no podía ser de otra forma, la principal razón por la que miles de turistas visitan anualmente a Stratford es la curiosidad por conocer algo más sobre la vida de uno de los escritores más afamados de todos los tiempos, pues además de poseer la ciudad su casa natal muy bien conservada y abierta a las visitas, muchos personajes y situaciones que el autor plasmó en sus obras se inspiraron en habitantes y casos típicos de Stratford, que fácilmente pueden ser descubiertos mientras se visita la ciudad, de la mano de un guía turístico.
El río Avon
Pero no solo de Shakespeare vive el turismo en Stratford, sino que también existen otros atractivos iguales o más llamativos inclusive.
Uno de ellos es un pase por el río Avon, sobre cuya orilla se levanta la ciudad, y desde el cual, a través de pintorescas embarcaciones, se pueden tener apacibles vistas de la localidad.
Pubs y Tabernas
Y como no podía ser de otra forma en una buena ciudad inglesa que se precie de tal, los pubs y las tabernas donde degustar una cerveza artesanal y buena música local abundan en Stratford, por lo se hacen casi una visita obligada durante cualquier estadía en la ciudad, y especialmente durante la noche.
Granjas y campiña inglesa
Y, curiosamente, otras de las grandes oportunidades de recreación que tiene Stratford se experimentan fuera de la ciudad, pues ésta se constituye en una buena base para visitar varias granjas típicas que se ubican en torno a Stratford, donde se puede experimentar la forma de vida típica de estas familias, así como disfrutar de la famosa campiña inglesa.
