Uno de los principales puntos turísticos que podemos encontrarnos en Rumania, y más concretamente en la zona de Transilvania, es la denominada “Iglesia Negra”, que se encuentra ubicada en la zona de Brasov, al sureste de esta región, y que fuera levantada por las antiguas comunidades sajonas del lugar, a finales del siglo XIV, siendo en la actualidad el mayor monumento de tipo religioso, y arquitectura gótica, en todo el país.
Este recinto religioso, que fuera levantado siendo denominado al principio como Catedral de Santa María, fue destrozado en un momento de su historia, alrededor de 1689, por las fuerzas austríacas, justamente el hito que cambiaría la historia del lugar, ya que desde ese entonces comenzaría a ser conocido el mismo como “iglesia negra”, por los colores que le quedaron a sus muros exteriores.
Cuando la Catedral quedó al borde del derrumbe, fueron una gran cantidad de albañiles llegados desde la ciudad de Danzig, en Polonia, quienes la restauraron casi por completo. Esto sucedió, de hecho, porque los trabajadores locales no tenían ni la más mínima idea de cómo manejar las bóvedas del lugar, ya que las mismas eran de estilo barroco, no gótico, como el resto de ellas.
Por otro lado, si visitamos en la actualidad la Iglesia Negra, nos llamará la atención, en primer término, las dimensiones del lugar, que llegan a los 89 metros de largo, por unos 65 metros de altura. Su campana central también es muy llamativa, considerando que tiene un peso de seis toneladas, por lo que es la más grande de Rumania.
Además, es interesante para los turistas saber que la Iglesia también funciona como museo desde hace algunos años, por lo que puede ser visitada en su interior de modo totalmente normal, tanto los días de semana, como los fines de semana, siempre y cuando aprovechemos también la jornada para recorrer el resto del casco histórico de la ciudad.
