La ciudad árabe más grande de Israel se identifica con el nombre de su residente histórico más famoso pero, hasta hace poco, era sólo una parada en los viajes de peregrinación por Galilea. Totalmente remodelada para la visita papal del milenio, Nazaret se reveló como un centro cultural árabe en el corazón de un país judío. Promete convertirse en un destino más que atractivo.
Llena de historia y con un panorama culinario interesante, es ya un destino. No te pierdas la Basílica de la Anunciación, donde los católicos creen que el Arcángel Gabriel anunció el nacimiento de Jesús a la Virgen María. A un costado, en la calle Pablo VI, recorre callejuelas y plazas con mansiones que datan desde hace siglos. En una de ellas, el empresario Maoz Inon abrió el pequeño Hotel Fauzi Azar, de techos altos, pisos de mármol y cocina comunitaria.
La sinagoga-iglesia ocupa el área en la que se supone Jesús predicaba. Al caminar por la calle de Anunciación percibes el aroma de la tienda El Barbour, donde puedes probar nueces, hierbas aromáticas recién molidas o almendras azucaradas. El Diana, restaurante local, es un sitio ideal para probar los kebab de cordero. Observa la puesta del sol sobre la ciudad y después pasea en los jardines de este antiguo convento católico mientras escuchas sonar a lo lejos una sinfonía de campanas de iglesia y a los almuecines llamar a oración desde los minaretes.
