Uno de los elementos distintivos que podemos encontrarnos en una visita a Miami, más allá de sus extraordinarias playas, tiene que ver directamente con la gran variedad de situaciones culturales que existen, y entre todas ellas, abocándonos directamente a los recintos, no podemos dejar de destacar el Adrienne Arsht Center for the Performing Arts, el complejo teatral de artes escénicas dedicado a ópera, ballet y conciertos de la ciudad.
Una de las claves para entender la trascendencia de este establecimiento tiene que ver, por ejemplo, con su tamaño, ya que el mismo está compuesto de más de 50.000 metros cuadrados, los que le convierten en el tercero en dimensiones de todo el país, sólo por detrás del Lincoln Center en New York y el Denver Performing Arts Center; y gracias a un precioso diseño del arquitecto César Pelli, que lo ubicó en la zona norte de la ciudad.
Actualmente, el recinto consta de tres sala. La primera de ellas es el teatro clásico en herradura Sanford and Dolores Ziff Ballet Opera House, que posee una capacidad para 2400 espectadores. El segundo es la sala de conciertos Knight Concert Hall, con capacidad para 2200 y que aloja orquestas invitadas por la Asociación de Conciertos, y por último tenemos el Black Box Studio Theater para teatro experimental con capacidad para 200 espectadores.
Ya en el interior del lugar, uno de los elementos más destacados es un mural gigante, realizado por el pintor cubano Cundo Bermúdez, y que adorna la entrada al Peacock Room, mientras que la acústica del lugar fue dejada en manos de Russell Johnson, uno de los más grandes especialistas en esta temática en los Estados Unidos.
En cuanto al nombre del Centro, debemos decir que lo lleva en homenaje a la filantropista homónima que donó 30.000.000 de dólares para estabilizarlo financieramente, dado que sobre todo en la década del ´90 había habido algunos inconvenientes para conservarlo de la mejor forma posible, lo que alejaba a algunos grandes artistas de presentarse en sus instalaciones.
