Los «Titanes de Ischigualasto», nombre de la fantástica muestra paleontológica única en el mundo dedicada exclusivamente al período Triásico, enfocada en los primeros dinosaurios, los más antiguos del planeta, hallados en el célebre Valle de la Luna, también conocido como Ischigualasto, en la provincia de San Juan (Argentina).
Declarado Patrimonio de la Humanidad en 2000, el Valle de la Luna es un prodigio geológico, que amontona piedras sobre piedras en imposible equilibrio y atrae a miles de turistas cada año. De sus entrañas, los paleontólogos sanjuaninos han extraído fósiles de más de 228 millones de años de antigüedad; de ahí que se conozca mundialmente a Ischigualasto como «la cuna de los dinosaurios».
El Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de San Juan posee la mayor colección de fósiles del Triásico en el mundo, lo cual animó a las autoridades provinciales a montar la más grande «fábrica de dinosaurios» de Sudamérica. El resultado, tras cinco años de trabajo en los talleres, es «Titanes de Ischigualasto», una maga-muestra que presenta la vasta colección del museo junto a una espectacular recreación en tamaño natural de escenas del Triásico. Son treinta animales corporizados en resina sobre moldes de silicona, utilizando técnicas de vanguardia y materiales que generan Un realismo sorprendente: dientes, lenguas y membranas bucales, por ejemplo, fueron construidos con material odontológico.
Dispuestos en una superficie de 2.000 metros cuadrados, las salas de la exposición reproducen escenas de caza, de la vida en manada y, en general, de la lucha por la supervivencia entre los primeros dinosaurios y sus rudos contemporáneos; porque, desde luego, no estaban solos. Todo esto ambientado con su vegetación, sus suelos y hasta el más leve detalle en dioramas que prácticamente sumergen al espectador en la prehistoria.