Una de las características más salientes del turismo en Estonia, y sobre todo en su capital Tallín, tiene que ver directamente con que el espectro cultural está muy refinado. De hecho, sólo en esta localidad podemos encontrarnos con más de 30 museos de diferentes temáticas, algo que muy pocas urbes europeas pueden igualar, y menos aún si consideramos la calidad de cada uno de los asentamientos en sí mismos.
Ya repasando algunos de los principales centros culturales de Tallín, no podemos dejar de mencionar, por caso, el Museo de Arte de Estonia, que fuera fundado en 1919, y en el cual se encuentran muchas de las principales colecciones de arte de los países bálticos, dividiéndose todas ellas en hasta cinco sedes de este recinto, dispersas en la capital todas ellas.
Del mismo modo, es muy interesante el Museo al Aire Libre de Estonia, ubicado sobre la zona oeste de la capital, y abierto en el año 1957. Tiene como principal objetivo mostrar a los turistas y demás visitantes cómo es la arquitectura tradicional actual y antigua del país, mediante la exposición de algunas viejas estructuras, como granjas, molinos, escuelas y parques que ya no son utilizados.
También se recomienda la visita al Museo Tammsaare, dedicado a uno de los más importantes escritores estonios, Anton Hansen Tammsaare, quien falleciera en 1940, y que fue enclavado justamente en la que fuera su última residencia, donde a día de hoy podemos observar algunos de los objetos que él mismo utilizaba para escribir, con todo el mobiliario típico de los escritores de la época y algunas curiosidades también.
Finalmente, es de señalarse la Casa Museo Pedro el Grande, fundada sobre la casa que utilizaba el zar Pedro I el Grande en cada una de en sus visitas a Tallin, y que también ofrece a los interesados poder observar algunos de sus efectos personales, además del clásico mobiliario del siglo XVIII en el lugar.
