El ritual de tomarse un «chupito» en la sobremesa relajada de una comida o cena es el marco habitual que invita a la mayoría al consumo de aguardientes y licores tradicionales, Según parece, los hombres y en especial los mayores, escogerían un aguardiante de orujo, mientras que los jóvenes y las mujeres se decantarían por el licor de café, más save y fácil de beber. Entre ambas, el licor y el aguardiente de hierbas se presentan como la opción más tradicional natural y digestiva.
El Consejo Regulador de estas bebidas de alta graduación alcohólica encargó un estudio de mercado, realizado el pasado año, que revela la buena situación para estos destilados. Frente a las bebidas espirituosas como el whisqui y la ginebre, cuya tendencia de venta en el sector de hostelerías ha descendido, el aguardiente de orujo, el licor de café y el licor de hierbas viven un momento positivo de crecimiento.
Además de estos datos, el estudio aporta información sobre la imagen que la gente tiene de estas bebidas como que los aguardientes envasados ofrecen unas garantías sanitarias frente a los caseros de los que se desconoce su origen y calidad, aunque su consumo todavía sea muy elevado. Este es precisamente uno de los retos a los que se enfrenta el Consejo Regulador de Aguardientes y Licores de Galicia que pretende incidir en los valores positivos de estas bebidas como productos digestivos y tradicionales, transmitir su vinculación indisoluble con Galicia y, ante todo, invitar al consumidor a no aceptar en la restauraciín productos sin origen conocido ni garantías de ninguna clase.