Una de las cuestiones más salientes de la posibilidad de realizar turismo en Hungría tiene que ver directamente con que se trata de un país que no sólo ofrece posibilidades a los turistas que se acercan a sus grandes ciudades, sino que también cuenta con una enorme cantidad de elementos sustanciosos para ser visitados en pequeños poblados, como en este caso es el de Holloko, ubicado a una hora al norte de la capital Budapest.
De hecho, todo el pueblo es tan importante, bello, e interesante, que ha sido catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, siendo su historia una de las principales bazas para esta recomendación, si tenemos en cuenta que sus comienzos estuvieron dados por la construcción de un castillo sobre el denominado monte Szar, a unos 365 metros de altura, que sigue siendo uno de los mejor conservados en todo el país.
Luego, muchas de las construcciones que se fueron asentando alrededor del castillo, se vieron destruidas parcial o completamente por desastres naturales, como así también invasiones enemigas, al punto de que un incendio a comienzos del siglo pasado determinó que las casas dejaran de construirse con caña, como era costumbre, y se utilizaran preferentemente las tejas.
Si hablamos del caso antiguo, en tanto, tenemos que decir que muchos especialistas lo definen como un verdadero museo al aire libre, de modo tal que allí podemos acercarnos a los cerca de 50 edificios, entre casas y otro más amplios, que son y han sido habitados desde hace siglos, incluyendo una capilla de madera, que fue usada como granero posteriormente, construida hace 500 años.
Además, el centro vivo de la arquitectura de estilo “palocze” se encuentra en este sitio, de modo que el museo que representa el centro histórico es objeto de visita de conocedores de la materia, que quieren interiorizarse sobre esta tipología de construcciones. Además, la fiesta por la llegada de la Pascua en el lugar es realmente imperdible gracias al uso de bellísimos trajes por parte de los habitantes locales.
