Hoy vamos a hacer un pequeño recorrido por La Alberca, pueblecito situado en el Valle de Las Batuecas. Nos encontramos exactamente en la provincia de Salamanca. Es un pueblo singular, coqueto, obviamente no te deja indiferente, una vez que has estado allí siempre quieres volver.
Pasear por sus calles empedradas es una de mis debilidades, sobre todo por la noche, aunque es cierto que la vez que fui había demasiados turistas y la magia se difuminó en cierto sentido. Aún así guardo un buen recuerdo. Casas bajitas, hechas de piedra y madera os encontraréis a cada paso.
La Alberca cuenta con numerosas ermitas, Ermita de Nuestra Señora de Majadas Viejas, Ermita de San Marcos, Ermita del Cristo del Humilladero, Ermita de San Antonio y Ermita de San Blas. Ésta última fue el cementerio del pueblo, actualmente no está activa, pero se celebran varias festividades en la misma, por lo que es importante.
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, templo del s. XVIII, destaca su gran amplitud. Fijaos bien en el Santísimo Cristo del Sudor, con una talla excepcional de Juan de Juni. Un dato que puede ser curioso es que la Iglesia se terminó el mismo año que la Catedral Nueva de Salamanca.
En cuanto al Valle de las Batuecas, me pareció un lugar mágico, no os lo perdáis, abundante vegetación de la zona, lugares recónditos, os recomiendo que vayáis con un guía de esta forma os podrá ir explicando ciertos detalles que merecen la pena. Os encontraréis también con una pequeña cascada, «El Chorro», con el cual se finaliza este viaje.
Personaje ilustre de este municipio es José Luis Puerto, poeta, marcado por el arte, la memoria y la obsesión por el tiempo. Me despido con un pequeño fragmento de una poesía suya: «Te ofrezco hoy por todo lo que pido, el ara más leal de mis palabras».
Imagen: euroresidentes