Si estás pensado en visitar México, Acapulco puede ser una de las mejores opciones. Esta ciudad es mundialmente conocida, sobre todo desde que sus vecinos de Hollywood comenzaran a visitar sus playas y a filmar en ellas. Pero, además de sus maravillosas costas, la ciudad mexicana ofrece un panorama de actividades que la convierten en un destino idóneo para pasar unos días. Además, alojamientos como el Grand Hotel Acapulco están situados cerca del centro y las playas, por lo que no tendrás que desplazarte para disfrutar su esplendor.
Centro histórico de Acapulco
Acapulco fue un punto de encuentro de la civilización precolombina, pero con la llegada de los españoles se convirtió en el centro del comercio. Su puerto era imprescindible, pues hasta aquí llegaban los barcos provenientes de Asia y se movilizaban por Nueva España. En el centro histórico de Acapulco encontramos monumentos que son muestra de esta mezcla de culturas, entre los que destaca el Fuerte de San Diego, fortaleza edificada para proteger a los ciudadanos de los ataques de los piratas.
Si lo que quieres es conocer la ciudad a fondo, el Museo Histórico de Acapulco permite recorrer la historia desde sus orígenes hasta la actualidad, pasando por la piratería de sus mares o el comercio con Oriente. Más moderna es la catedral, levantada en el siglo XX siguiendo la estética de las mezquitas.
Playas de Acapulco
Si visitas Acapulco, no puedes dejar pasar la oportunidad de bañarte en sus mágicas playas. El clima y la geografía han consagrado estas costas como las bellas de México. Algunas de ellas son idóneas para realizar surf debido a su oleaje, como Playa Icacos, una de las más frecuentadas. Otras, como Isla Roqueta, son parajes tranquilos en los que se puede observar la fauna y flora típica de la zona. Cualquier opción es un acierto.
Mural de Diego Rivera
En esta ciudad del estado de Guerrero fue donde Diego Rivera, el famoso muralista mexicano, ubicó “La serpiente emplumada”, otra muestra de la afición del pintor por la temática precolombina. El mural mide 70 metros cuadrados y está fabricado con diversos materiales: azulejos, tierra volcánica, conchas marinas o piedras, entre otros. Se puede encontrar en La Casa de los Vientos.
Los acantilados y parajes naturales
Junto a sus playas, los acantilados de Acapulco ocupan la mayor parte de sus postales e imágenes típicas. El más conocido es La Quebrada, enclave en el que los clavadistas locales, entrenados desde niños, se lanzan al vacío cuando la marea lo permite. Se trata de un espectáculo inigualable en el que, a la noche, se unen las antorchas que portan.
Por último, si lo que buscas es sumergirte en la fauna y la flora y conocer la parte más natural que ofrece México, visitar los parques y lagunas de alrededor de la ciudad es una buena alternativa. La Laguna de Tres Palos, por ejemplo, permite hacer rutas y observar la variedad de aves que habitan en ella, con más de 250 especies.
La ubicación de los hoteles en Acapulco te permitirán callejear sin dificultad por sus animados rincones y conocer esta particular cultura a fondo. ¿A qué estás esperando?