Las Islas Azores han nacido como consecuencia de diferentes erupciones volcánicas que tuvieron lugar hace millones de año, con el paso del tiempo se han dividido en varios grupos, compuestos por las islas de Faial, Graciosa, Corvo, Flores, San Miguel y Santa María (por solo nombrarte algunas).
El lugar cuenta con interesantes sitios para visitar, todos ellos en un ámbito natural, quienes lo deseen podrán escalar volcanes, recorrer lagos de cráter, hacer kayak, ir de excursión por los tubos de lava, además de hacer avistaje de ballenas.
Es normal ver, en ciertas épocas del año, ballenas que nadan por las aguas de las Azores. Este lugar es un punto clave de la ruta migratoria de las ballenas entre el continente europeo y el americano.
Muchas de las excursiones de avistaje parten de la isla de Faial. Las mismas pueden hacerse a partir del mes de abril hasta comienzos de octubre. Tanto para los locales como para los turistas la conservación de esta especie se ha vuelto un compromiso que nadie puede ni quiere evitar. Un notable cambio de actitud respeto a la que se tenía en la década del 80 cuando en esta región se solía cazarlas.
Para recordar (y no repetir) lo que sucedía con las ballenas que se cazaban se puede visitar el museo en el que se pueden ver las tallas que se hacían con los huesos de ballena.
Otro sitio que vale la pena conocer es la Montaña de Pico, con una altura de 2351 sobre el nivel del mar. Este es, sin lugar a dudas, el pico más alto de Portugal. Su cima se mantiene por días y días envuelta en neblina.
Las caminatas se realizan acompañados con un guía local y tiene lugar desde mayo a septiembre. Quienes alcancen su punto más alto podrán tener inolvidables vistas de las otras islas.
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