El 18 de mayo se celebra el Día Internacional de los Museos, un día con el que se intenta concienciar a las personas de la importancia de estos lugares como lugares de intercambio cultural. Para este año, el lema elegido ha sido «Museos, sostenibilidad y bienestar». Repartidos por todo el mundo nos podemos encontrar museos de todo tipo, pero si da la casualidad de que ese día estás en Irlanda, queremos hablaros de algunos museos que vale la pena visitar.
Museo de Free Derry
Ubicado en Irlanda del Norte, este museo utiliza como punto de partida el ‘Domingo Sangriento’ para representar la lucha por los derechos civiles en la región. Es una visita esencial que facilita la comprensión del pasado más cercano del país, en particular el significado de los eventos que tuvieron lugar en Derry el 30 de enero de 1972, que fueron un punto de inflexión en el conflicto norirlandés. El término de un conflicto que duró tres décadas llevó a la firma de los Acuerdos de Viernes Santo, un pacto histórico que celebró su 25º aniversario el pasado 10 de abril. Desde 2007, este museo ha mantenido viva la esencia de la lucha por los derechos civiles, no solo preservando la memoria de los acontecimientos en Irlanda del Norte, sino también en otras regiones del mundo.
Museo Nacional de la Hambruna
En la década de 1840 el hambre había desolado muchos países de toda Europa. Sin embargo, entre los años 1845 y 1847 la hambruna devastó la isla de Irlanda provocando la muerte o emigración de más de dos millones de personas. Este hecho se conoce como la Gran Hambruna, un momento de la historia de la isla cuya memoria se recoge ahora en un museo que permite explorar el pasado del país y que se ubica, además, en la casa georgiana de una de las últimas aristócratas de Irlanda, situada en la localidad de Strokestown. Fue aquí donde los compradores de este espectacular complejo encontraron más de 50.000 documentos sobre la hambruna y el hallazgo dio vida al museo actual, que ofrece una visión de la década que marcó para siempre la historia de Irlanda a través de las diferencias entre vidas que transcurrieron paralelas durante este periodo.
Museo de la Mantequilla
Es uno de los museos más curiosos y originales de Irlanda. Un espacio situado en la ciudad de Cork y dedicado a narrar el pasado de una de las actividades comerciales más exitosas del país. En sus diferentes plantas y a través de paneles informativos, recursos audiovisuales y objetos de todo tipo, los visitantes descubren cómo era la fabricación casera y tradicional de la mantequilla y la importancia de la cultura lechera del país para el desarrollo del producto. Así, se pueden contemplar desde el tradicional barril que utilizaban los granjeros para transportarla, hasta las etiquetas y envoltorios con el sello de las marcas locales más reconocidas. Además, la muestra narra cómo la ciudad de Cork se convirtió en el mayor mercado de mantequilla del mundo.
Museo de Artes Decorativas e Historia
Dentro de esta pinacoteca, que pertenece la Museo Nacional de Irlanda, hay una muestra permanente dedicada a Eileen Gray, una de las diseñadoras y arquitectas más destacadas del siglo XX. Experimentó nuevas formas, usos del color, líneas, materiales y texturas y combinó la artesanía del lacado y la creación de alfombras con movimientos como el fauvismo o el cubismo. Su trabajo, en gran parte originado por su inquietud autodidacta, forma parte de los movimientos del diseño moderno y entre las piezas más icónicas que se pueden ver en este museo se encuentran la mesa E-1027, cromada, ajustable y sin las tradicionales cuatro patas, y la silla inconformista. La exposición ilustra también la figura de Gray a nivel personal, a través de fotografías y herramientas que utilizaba para sus obras.
Museo Kilmainham Gaol
Es uno de los museos más impresionantes del país. Se trata de una antigua cárcel de Dublín que durante más de 100 años recluyó a hombres, mujeres y niños. Aquellas instalaciones, inauguradas en 1796, ofrecen ahora un viaje por la historia del país y de los presos que estuvieron entre sus rejas, entre los que se encuentran aquellos que fueron recluidos por luchar por la independencia de Irlanda. Así, reconstruye hechos destacados como la rebelión de 1798, el Alzamiento de Pascua de 1916, la Guerra Angloirlandesa (1919-21), y la Guerra Civil Irlandesa (1922-23) a través de algunos de sus protagonistas. Las emblemáticas instalaciones de este museo han sido, además, localizaciones de películas como ‘En el nombre del padre’, protagonizada por Daniel Day Lewis y Emma Thompson.