Tomarse un momento, apagar los sentidos y fantasear con destinos distantes -algunos idílicos, otros de extensas vías cargadas de historia- se ha transformado, sin lugar a dudas, en uno de los métodos más eficaces para romper la monotonía. Es indiscutible entre los expertos que viajar es la estrategia más efectiva para desconectarse de la vida cotidiana y saborear los deleites sutiles que nos ofrece la existencia. Es por ello que, en los meses que preceden a nuestras vacaciones, nos invade la emoción de imaginar los sitios que descubriremos, las costas donde reiniciaremos nuestras energías, la culinaria que probaremos e incluso aquellos atardeceres que quedará impresos en nuestra memoria visual. Muchos sostienen que «viajar es la única inversión que puede enriquecernos en un instante», y estamos convencidos de que no hay engaño en ello. Por lo tanto, organizar un viaje extenso una vez al año, que dure entre 10 y 21 días, se ha vuelto un auténtico precepto en la sociedad contemporánea. Una desconexión total.
Por eso, al planificar un viaje significativo de este tipo, es recomendable hacerlo en compañía de auténticos profesionales, aquellos que conocen cada rincón del mundo y que se esfuerzan al máximo para hacer de cada trayecto una experiencia inolvidable, como es el caso de OCOA. Considerada una de las empresas más destacadas del sector en el país, esta agencia boutique de viajes posee el conocimiento necesario para convertir cada travesía en un evento único. Ofrecen un trato personalizado a sus clientes, a quienes prefieren llamar viajeros, construyendo una relación de amistad y diseñando viajes personalizados según la situación, gustos e incluso necesidades que el equipo pueda identificar en ellos, enfatizando el papel del asistente de viajes para expediciones de duración considerable como estas.
“A veces compramos un billete de avión, reservamos un hotel y listo. Pero cuando pensamos en un recorrido completo por ese país que tanto nos seduce, que nos resulta tan lejano o difícil de comprender, en el que queremos vivir una experiencia bonita y exclusiva, descubriendo esos lugares que no sabemos ni que existen, de los que nadie nos ha hablado y a los que realmente queremos acceder para sorprendernos… realmente lo que estamos buscando y anhelando es ese conocimiento que nos falta, que queremos adquirir. Para ello, necesitamos la ayuda de alguien que tenga las herramientas para poder hacerlo realidad”, explican desde OCOA.
Lejos de lo que muchos piensen, el concepto de ese gran viaje no es savia nueva. Ya a finales del siglo XVII comenzó a ponerse de moda entre la aristocracia británica enviar a sus hijos de tournée por Europa, con los que pretendían formar a esos jóvenes en otras culturas, idiomas y vivencias. Ese Grand Tour, que en ocasiones podía durar hasta años, se popularizó de tal manera que se hizo imprescindible en la formación cultural de los jóvenes de las familias de alta clase.
Con el paso de los años, este ha virado y se ha convertido en fundamental para huir de la monotonía y regalarlos durante unas semanas la paz mental que tanto anhelamos. “Podemos seguir disfrutando de grandes recorridos a lo largo y ancho de los cinco continentes. Subirnos a bordo del Orient Exprés, aún en activo, o realizar la ruta transiberiana, maravillándonos con la historia pasada reviviéndola en tiempos presentes. Adentrarnos en la sabana africana y sentirnos pequeñitos admirando la grandiosidad de la fauna local. Asistir a la llegada del futuro visitando ciudades que hace unos años no se parecían en nada lo que podemos encontrar hoy”, comentan, mientras que añaden que “esta forma de entender los viajes, viviéndolo como algo único, una oportunidad maravillosa de descubrir nuevos paisajes, personas y costumbres, comienza a ser cada vez más apreciada por los verdaderos viajeros que buscan algo más que poner sellos en su pasaporte o colgar fotos con el famoso monumento a sus espaldas”.
Desde OCOA, inciden que existen numerosos destinos por los que perderse en estos meses que tenemos por delante, pero sí que destacan la importancia de alguno de ellos. El primero, Chile, recorriendo el Desierto de Atacama, las Torres del Payne o la Isla de Pascua, donde “realizar un safari en 4×4 cazando moais (estatuas monolíticas humanoides) e impregnándonos de la cultura rapanui”, comentan. El segundo, un recorrido tranquilo por Nepal, Tíbet y Bután, “un viaje sin tiempo para la monotonía debido a su variedad de paisajes tan diversos como los desiertos del altiplano, los antiguos bosques de Bután y la típica vista de alta montaña con glaciares eternos que tocan el cielo”.
También peregrinar las dos grandes islas de Nueva Zelanda en coche o autocaravana, conduciendo por los paisajes de ensueño, tanto de la isla Norte como la del Sur. ¿La sugerencia de OCOA para hacer de este un viaje irrepetible? “Sobrevolar en avioneta o helicóptero Milford Sound en Nueva Zelanda”. Para recodar durante toda la vida. El último destino pasaría por recorrer la península de Indochina, visitando Vietnam, Camboya y Laos, descubriendo sus diversas culturas y templos.
Sea como fuere, el equipo de esta agencia boutiquerecomienda plantear este tipo de viajes más largos con una antelación de entre 4 a 6 meses, con el fin poder exprimir al máximo la experiencia. A lo largo de los mismos, se producirán hasta tres reuniones entre OCOA y los viajeros. La primera, para definir la tipología de viaje que se está buscando; la segunda, para presentar una propuesta y recibir feedback por parte del cliente. La última, con el viaje ya planteado, para entregar la documentación final. Además, el equipo acompañará en todo momento a cualquier viajero, pudiendo contactar inmediatamente con ellos desde cualquier punto de la orbe si fuera necesario.
Y aquí la eterna pregunta: ¿cada cuándo es recomendable hacer este tipo de viajes? “Una vez al año es lo idóneo. Reseteas la mente, te impregnas de otro lugar y te cargas de energía para todo el año. Si no es posible, recomendamos hacerlo al menos cada 2 años. La fiebre viajera no se baja sola, y al que le gusta viajar y descubrir, necesita una cura de viaje para poder estar en equilibrio consigo mismo”, concluyen.