Aunque la naturaleza es sabia, a veces la verdad es que también parece bastante injusta. Sino, no se explicaría cómo uno de los principales destinos del Caribe, como lo es la playa de Varadero, polo turístico de Cuba, se encuentra siendo completamente amenazada por el avance de las aguas, y se cree que podría desaparecer en algunas décadas.
De acuerdo a lo anunciado por las autoridades locales, como consecuencia directa de la intensa erosión de las elevaciones medias de las aguas, Varadero pierde entre 40 mil y 50 mil metros cúbicos de arena cada año, una enormidad si tenemos en cuenta que tampoco estamos hablando de algunas de las playas más grandes del mundo, ni mucho menos.
Oscar García, director de la oficina de manejo costero del Centro de Servicios Ambientales, ha señalado en este sentido que “la línea costera en la Península de Hicacos (Varadero) retrocede entre 70 centímetros y un metro cada año. Por ello todo el trabajo se encamina a conocer la vulnerabilidad de riesgo y adoptar medidas concretas para resguardarla”.
Esta noticia, que se venía mencionando en los últimos años, y que ahora es una confirmación sobre por cualquier cosa, es una de las peores que se podían dar para el turismo en Cuba, un país que además, históricamente vive de los viajeros que llegan desde todas partes del mundo, tanto para disfrutar sus playas como su cultura, tan especial.
Si pensamos que las previsiones de los entes de turismo locales señalan que Varadero podría contar, para 2020, con 23 mil habitaciones hoteleras, está claro que el crecimiento en la cantidad de viajeros no contribuye demasiado, pues la playa, que de por sí se achica, parece cada vez más pequeña. En fin, un destino que, por si acaso, recomendamos antes de que la naturaleza lo haga desaparecer bajo las aguas.