El barrio de Malá Strana 1

Praga de una de las capitales europeas más visitadas por turistas de todo el mundo, y entre los cientos de elementos que justifican esta distinción, uno de los más importantes tiene que ver con el recorrido que se puede llevar a cabo por el tradicional barrio de Malá Strana, en donde se encuentran hoy la mayor parte de las embajadas locales, siendo un sitio cultural de excelencia en la República Checa.

Hay que destacar, en primer término, que la traducción de Malá Strana significa literalmente “barrio pequeño”, lo que alude a sus reducidas dimensiones, al mismo tiempo que, sin embargo, se trata de uno de los distritos más antiguos de la capital, y desde luego, uno de los que mayor relevancia histórica posee.

Ubicado en la ribera izquierda del río Moldava, en las lomadas que se encuentran a los pies del Castillo de Praga, parece más pequeño aún porque del otro lado de las aguas se encuentran construcciones imponentes, como la mencionada con anterioridad, además de otras de ese mismo estilo. Sin embargo, si hablamos de la belleza, el barrio de Malá Strana se lleva todas las miradas.

Incluso, el lugar es conocido porque allí el famoso novelista checo Jan Neruda nació y vivió gran parte de su vida, siendo que muchas de sus obras tratan sobre el barrio, que ofrece algunas interesantísimas visitas, como por ejemplo a la torre de observación de Petřín, o por qué no a la famosa imagen del Niño Jesús de Praga, en el interior de la iglesia de Nuestra Señora Victoriosa.

Finalmente, tampoco podíamos dejar de señalar que uno de los sobrenombres por los que es conocida esta parte de la ciudad es “la perla del barroco”, ya que los especialistas en diseño y arquitectura consideran que allí se encuentran muchas de las mejores construcciones del mundo en este estilo, las cuales además presentan un perfecto estado de conservación.

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