El Castillo de Devín es uno de los principales recintos turísticos con los que podemos llegar a encontrarnos en Eslovaquia, un país muy visitado por viajeros de todo el mundo, especialmente en razón de la enorme cantidad de centros históricos y culturales que posee, como por ejemplo los castillos, y en particular éste, ubicado en la capital nacional, Bratislava, con la curiosidad de que se halla a más de 200 metros sobre el nivel del mar.
De hecho, circuncidado por los ríos Danubio y Morava, el Castillo de Devín se encuentra en un sitio estratégico para funcionar como fortaleza, que fue el espectro para el que se le construyó en su momento, siendo fundado a mediados del siglo VIII, y manteniendo un nivel de conservación realmente increíble.
Además, una de las claves para entender por qué se trata de uno de los castillos europeos antiguos que ha permanecido habitado por más tiempo, tiene que ver con que la persona que lo posea, podrá controlar la importante carretera utilizada para el comercio a lo largo del Danubio, lo que generó no sólo su ocupación, sino que en varios momentos de la historia, las instalaciones fueran ampliadas y refaccionadas.
A nivel histórico, este recinto también ha sido protagonista del paso de personajes que marcaron a la humanidad, como por ejemplo Napoleón Bonaparte, quien destruyó buena parte del mismo, sin evitar sin embargo que las por entonces ruinas, y hoy realidad, se mantenga como un símbolo nacional para todos los habitantes de Eslovaquia.
Finalmente, en cuanto a la actualidad de este sitio, se debe destacar que como había sucedido anteriormente y ya mencionamos, se reconstruyeron en el siglo pasado, el XX, algunas nuevas estructuras que se han agregado a las originales, de modo que se ha establecido una especie de museo interno, que pueden visitar los turistas siempre y cuando quieran conocer un poco más acerca de la historia del castillo.