Con el objetivo de seguir buscando nuevas emociones partimos hacia el sur de Alemania, más específicamente a la zona de Baviera, un entorno que si bien no cuenta con un clima muy cálido ofrece un atractivo muy especial.
Se trata de la idea que tuvieron los habitantes de la localidad de Bad Kissingen, quienes supieron aprovechar los pocos días de sol presentando una oferta particular a los viajeros y esta consiste en un hotel al aire libre.
Este nuevo concepto presenta una cama de heno bajo las estrellas dispuesta en una zona rural. Por supuesto sobra decir que no cuenta con techo, paredes ni baño, y una carpa de circo cumple la función de recepción a una buena distancia.
La primera idea surgió de parte del granjero dueño de la tierra y alcalde, para ser luego una actividad que se realiza solo en agosto y por quince días, cuando los viajeros que disfrutan del contacto con la naturaleza pueden pasar una noche en cualquiera de sus 19 “cuartos”.
Con respecto al precio, estos son bastante razonables: 7 euros por noche más 8 si se opta por un completo desayuno. Un destino único con una propuesta más que original.
