Dentro de la pastelería francesa, el delicioso macarrón ocupa un lugar protagónico. Estas pequeñas y redondeadas tortas, crocantes por fuera y suaves en el centro, forman parte de las indulgencias de la dieta francesa.
La más célebre casa de macarrones es Ladurée, una pastelería boutique con múltiples sucursales en todo París, que ha convertido a este diminuto postre en un bien de lujo.
La historia de los macarrones de Ladurée comienza con Pierre Desfontaines, primo segundo de Louis Ernest Ladurée, quien a principios del siglo XX pensó en tomar dos rodajas de macarrones y unirlas con un delicioso relleno de ganache. Desde entonces, la receta permanece intacta.
Los pasteleros miden cuidadosamente la cantidad requerida de almendras, huevos y azúcar antes de agregar el elemento secreto jamás revelado.
Cada temporada, Ladurée crea un nuevo sabor que incorpora a su colorido menú. La variedad de macarrones no dejará afuera a ningún comensal. Los más celebrados son los de pistacho, coco, maracuyá y chocolate, frutos rojos y chocolate amargo.
La experiencia Ladurée finaliza con un imperdible packaging donde los empleados disponen los macarrones cual diamantes preciosos. También los locales cuentan con libros, esencias y productos de belleza para la venta.
Una visita obligada para golosos.