México es reconocido por contar con algunas de las más fabulosas playas del mundo. Pero, también, por albergar algunos de los oasis escondidos más inspiradores del planeta. Punta Mita es uno de esos rincones: un encantador destino cuyo nombre proviene del mundo azteca del más allá, Mictlan, y significa “entrada al paraíso”. Ubicada en una bahía en la Riviera Nayarit, a sólo 50 minutos desde el Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta, esta encantadora península cuyas costas son bañadas por el sereno océano Pacífico permite disfrutar de los atardeceres más apacibles.
Así, Punta Mita se ha convertido en el destino más buscado por su sensacional flora tropical y sus playas de arena blanca que invitan a sus visitantes a vivir una experiencia de privacidad sin precedentes. Esta particularidad ha atraído el interés de hoteles de lujo, tal es el caso de The St. Regis Punta Mita Resort, el primer St. Regis en arribar a América Latina. Un espléndido y nuevo emprendimiento con habitaciones individuales y extravagantes cabañas en las que el estrés se disipa como por arte de magia. Su exquisito diseño se suma a los servicios diferenciales que caracterizan a estos hoteles, reconocida a nivel mundial, e incluyen, entre otras cosas, tres restaurantes gourmet y el Remede Spa Experience, donde nunca faltan el champagne y las trufas.
Las estrellas características de esta pequeña porción del paraíso, son los dos campos de golf diseñados por Jack Nicklaus que poseen asombrosas vistas panorámicas del Pacífico. Uno de ellos, incluso, presenta un hoyo opcional, la Cola de la Ballena, cuyo green puede ser alcanzado a pie, cuando la marea baja, o en un carrito de golf anfibio cuando sube. El origen de este particular nombre se debe a su parecido con la cola de las ballenas jorobadas, Estos elegantes mamíferos se acercan a la bahía mexicana en busca de alimento desde diciembre hasta abril, cuando se pueden ver sus saltos y hasta oír los sonidos guturales de sus cantos.