Es tiempo de vacaciones, de disfrutar de los días libres que tenemos en el trabajo y aprovechar la época estival para hacer algún viaje. Sabemos que la economía no está muy boyante, pero eso no impide que hagamos una escapada para disfrutar de este periodo. Y dirás, ¿cómo se hace eso? Muy sencillo, escogiendo un destino barato. Mucha gente piensa que ir a las Islas Canarias es caro, pero nada más lejos de la realidad. Cogiendo el alojamiento y el vuelo a tiempo (si eres peninsular) pueden resultar unas vacaciones muy asequibles.
Tanto si eres de playa como de montaña, las Canarias es el lugar ideal para irte a descansar unos días. Pero si me tuviese que quedar con una de sus islas por todo lo que me ha ofrecido a nivel turístico, sin duda me quedo con Tenerife. Como sabéis, Tenerife es la isla más extensa del archipiélago canario. Un minicontinente que otorga a sus visitantes todo tipo de paisajes. Desde prados, pasando por bosques, hasta desiertos y paisajes lunares…sin olvidarnos de su archifamoso anfitrión: el Teide, el pico más alto de España con más de 3.700 metros de altitud. En esta entrada te enseñamos qué puedes ver en la isla de Tenerife en una semana, si tu bolsillo no te permite más. Tranquilo, en una semana te da tiempo a ver lo más precioso de la isla…
Puerto de la Cruz
La primera vez que fui a Tenerife me alojé en Puerto de la Cruz. Una pequeña ciudad que, en un principio, fue un pueblo de pescadores y que ahora se ha convertido en un referente del turismo tinerfeño. Puerto de la Cruz es la típica ciudad masificada por turistas, llena de hoteles, de sitios donde irte de compras, restaurantes, buffets, etc… Pero lo que la salva de la quema es su particular encanto. Aún conserva ese aroma a pueblo pesquero que fue en un inicio y lo sabe mezclar muy bien con el lado más comercial de la ciudad. Puerto de la Cruz tiene muchos sitios que no te puedes perder, te destacamos unos cuantos:
- Puerto. Parece obvio pero la ciudad tiene un puerto pesquero muy bonito el cual está cerca de la Plaza de Europa, lugar que utilizan los porteños para celebrar sus fiestas.
- Lagos Martiánez. Si buscas darte un buen chapuzón en una zona paradisiaca, los lagos Martiánez son el sitio ideal. Unos lagos artificiales junto a la playa que dan la sensación de estar en Cancún por el color de sus aguas. Ten cuidado, cierran muy temprano, así que, si quieres visitarlos, aprovecha por la mañana.
- Jardín Botánico. El jardín botánico es la joya de la corona de Puerto de la Cruz. Un jardín con más de 3000 especies de la flora, tanto endémica de Canarias, como de todo el mundo. Visita obligada para todos esos amantes de las plantas.
- Playa El Jardín. Una estupenda playa de arena negra (como casi todas las de Tenerife) donde tomar el sol apaciblemente y darte un buen baño. Lo bueno es que, para ser la ciudad que es, no hay mucha gente.
Teide
Si vas a Tenerife, debes subir al Teide. Esto es así, y todo el mundo lo sabe. Si eres un conductor de primera atrévete y coge el coche para ir allí, aunque también te recomendamos, si lo recóndito del lugar te asusta, que contrates alguna excursión en bus para que aprendas a través de un guía los detalles de este hermoso pico y sus alrededores, que tampoco tienen desperdicio. El Teide tiene más de 3.700 metros de altitud y, por si no lo sabíais, es un volcán y el responsable de toda la orografía de la isla de Tenerife. Sus erupciones, a lo largo de los años, han ido dando forma a la isla hasta dejarlo en el bello paisaje que podemos ver ahora. Puedes subir a través de un funicular para ver toda la isla desde arriba. Cuidado, llévate algo de abrigo que en la cima hace mucho frío. Si quieres ver el cráter del pico es necesario un permiso especial que puedes solicitar en reservasparquesnacionales.es
Acantilados de los Gigantes
El acantilado de los Gigantes es uno de los acantilados más impresionantes que podemos ver en España. Se encuentra al oeste de la isla (creo recordar que es donde empieza la autopista, así que no hay problema para ir en coche o en bus) y su altura oscila entre los 300 a los 600 metros en su zona más alta. Cuando llegas a los Gigantes, lo más representativo del lugar es, lo pequeño que te sientes, por eso el nombre que tienen les viene al pelo. Cuidado los que tengan vértigo, ya que las vistas son sobrecogedoras…
Icod de los vinos
Icod de los Vinos es un pequeño pueblo situado en el interior de la isla el cual hospeda al habitante más emblemático de toda la isla de Tenerife: El Drago Milenario. Para el que no lo conozca, un Drago es una planta de porte arbóreo, a menudo se suele confundir con un árbol, el cual es habitual verlo a lo largo del paisaje tinerfeño (lo podemos ver en la imagen superior). Este en cuestión, cuentan las leyendas que tiene más de 3.000 años, aunque estudios científicos recientes revelan que la edad del árbol rondaría los 800-900 años. El árbol se encuentra en lo que se conoce como Parque del Drago, que también contiene otras especies de plantas muy curiosas y raras de ver habitualmente. Icod de los Vinos, aparte del drago, tiene mucho encanto. El casco antiguo de su ciudad es considerado como Bien de Interés Cultural.
Valle de la Orotava
El valle de la Orotava cubre el norte de Tenerife y es, a mi parecer, uno de los lugares más bellos de la isla. ¿Por qué? Bueno, quizás influya el que me he criado en un terreno árido y cada vez que veo algún prado me quedo como hipnotizado al no estar acostumbrado, pero el valle de la Orotava hay veces, sobre todo al atardecer, que parece de fantasía. Plataneros, terrazas de vid e innumerables árboles frutales hacen del paisaje del valle, una fusión entre paisaje tropical y paisaje típico del norte de España. Una cosa que os llamará especialmente la atención es la niebla perpetua que hay a lo largo de ciertas zonas horarias que hacen que el valle luzca como sacado de uno de los relatos de Tolkien. Destacar los guachinches, tascas de agricultores de vid en los que venden su propio vino y se come de rechupete. Si quieres ir a un guachinche bueno, pregúntale a un taxista, él seguro sabrá donde llevarte.
Masca
Masca es un pueblo inhóspito perdido entre montañas al que recomendamos ir en bus, ya que la carretera para ir hasta allí no es apto para todo tipo de conductores (curvas interminables, barrancos, carreteras estrechas…) Aún así el viaje merece muchísimo la pena puesto que Masca es uno de esos pueblos que hay que visitar si o si, solo tenéis que mirar la foto superior. Se dice que sus habitantes migraron de la crudeza del mar y se asentaron en las montañas para vivir de la agricultura. Como curiosidad, solo hace 40 años que Masca tiene carretera (antes, sus habitantes, para ir a la población más cercana, tenían que hacerlo en burro en un viaje de más de 3 horas) y luz eléctrica. A lo largo del año, Masca recibe más de 1.000.000 de visitantes y no es para menos. Si te gusta el senderismo, te recomendamos que bajes el barranco de Masca, una aventura de dos horas que desemboca en la playa de Masca, ideal para darte un chapuzón al terminar la caminata. Todo un lujo…
Garachico
Garachico es un pueblo del interior de Tenerife que en la antigüedad fue asolado por una erupción volcánica, y se nota. En 1706, el volcán Trevejo sepultó con lava la gran ciudad de Garachico, obligando a sus habitantes a emigrar al interior o bien, buscarse su propio pan en las Américas, en España o en el interior de la isla. Por suerte no hubo víctimas mortales y dio tiempo a evacuar toda la ciudad. Lo que llama la atención de Garachico son sus piscinas naturales creadas a partir de la última erupción, donde podemos bañarnos al lado de rocas volcánicas con agua de mar. Por si os lo preguntáis, Garachico se alzó de nuevo reconstruyendo la ciudad encima de la lava caída del Trevejo. Actualmente, están acondicionándola para que se parezca a la Garachico de antaño, remodelando su plaza y su casco antiguo y, personalmente, creo que lo están consiguiendo.
Costa de Adeje
Las costa de Adeje se encuentra en el sur de la isla y es totalmente accesible en coche y en bus. Si viajáis hasta allí os percataréis de algo: el paisaje cambia totalmente. Pasamos de una zona verde como es el norte de la isla, a un paisaje árido y agreste como es el sur. Si quieres disfrutar de las mejores playas o ver ballenas en Tenerife debes ir al sur, en concreto a la costa de Adeje con playas de arena negra como la de las Américas o los Cristianos. Como recomendación personal, si quieres una playa tranquila, con una arena preciosa y un clima excepcional, visita la playa del Médano. No es tan turística y te encantará…
Loro Parque
Si viajas en familia junto a los pequeños de la casa, no puedes perderte el Loro Parque. Situado en Puerto de la Cruz y muy bien comunicado (hay incluso un trenecito que te lleva directamente y que está dando vueltas casi todo el día por la ciudad), es un zoológico especializado en loros y guacamayos. Cuenta con muchísimas especies animales y con un oceanográfico donde podremos ver a las increíbles criaturas marinas. Si los más pequeños se han quedado con más ganas de fiesta, prueba a llevarlos al Shiam Park, un parque acuático que está en la Costa Adeje, descrita antes.
Las Teresitas
Diréis, una playa más, ¿verdad? Pues no, porque la playa de Las Teresitas tiene algo que no tienen las demás playas de Tenerife y es su arena blanca. Es la única playa de arena blanca de toda la isla y no encontrareis arena similar en Tenerife. ¿Y esto porqué es así? Muy sencillo, hace un tiempo, para que Tenerife también disfrutase de playas de arena blanca como las peninsulares, trajeron arena del desierto del Sáhara y cubrieron toda la zona. ¿El resultado? Una estupenda playa donde pasar todo el día y tomar el sol de manera relajada acompañado de un buen refresco del chiringuito en cuestión.
Macizo de Anaga
Anaga no suele entrar en los circuitos turísticos de Tenerife y aún no me explico el porqué. Si lo que buscáis es naturaleza salvaje, bosques frondosos, elevarte por encima de las nubes para conseguir unas vistas apabullantes y rutas para hacer a pie, te recomendamos que le eches un vistazo al macizo de Anaga. Se encuentra en el noreste de la isla, sí en la pequeña península que sobresale, y no se parece a nada, estéticamente hablando, de lo que te puedes encontrar en Tenerife, es un mundo totalmente distinto. También se puede ir en coche haciendo paradas en sus innumerables miradores, pero como mejor se disfruta es a pie observando toda la flora del bosque e internándote directamente en él.
Como bien os he dicho, Tenerife no es un destino caro si te haces con el alojamiento y el vuelo con tiempo. Si buscas un destino que lo tenga todo: playa, montaña, turismo, aventura y diversión para los más peques de la casa, Tenerife es una opción muy a tener en cuenta. Y tú, ¿recomendarías visitar algo más de la isla?