Entre todos los destinos turísticos que Venezuela puede ofrecer a sus visitantes, y dejando por un momento de lado las hermosas playas que ofrece este país, no podemos dejar de considerar el recorrido por la antigua ciudad de Santa Ana de Coro, la cual permitirá al viajero encontrarse no sólo con un sitio altamente histórico, sino también con una gran oferta para los recién llegados, tanto gastronómica, como de ocio.
Lo cierto es que Coro, como se conoce comúnmente a esta localidad, es una ciudad venezolana, capital del municipio Miranda y del estado Falcón, en el occidente del país, también llamada la “Ciudad Raíz de Venezuela”, por ser la primera fundada (26 de julio de 1527 por Juan de Ampíes) a nivel nacional de las que aún hoy se mantienen en pie, o “Ciudad Mariana”.
Uno de los elementos más destacables para entender la enorme cantidad de turistas que se acercan a Santa Ana de Coro tiene que ver, directamente, con la gran tradición cultural que existe en esta zona, muchos de cuyos símbolos más trascendentes se encuentran directamente relacionados con la población importante de españoles que se asentaron aquí en sus primeros siglos.
Incluso, gracias a la gran cantidad de cuestiones relacionadas con la cultura a nivel local, y por medio de las construcciones antiguas de los siglos XVI y XVII, que se encuentran en perfecto estado de conservación, esta ciudad fue nombrada en 1993 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, algo que también sirvió para que aumentara notablemente la cantidad de visitas recibidas a lo largo de la temporada alta, y con la particularidad también de ser el primer sitio venezolano en obtener esta investidura.
Particularmente, nosotros recomendamos visitar la ciudad cuando se producen las fiestas locales, como por ejemplo el día del comerciante, el 2 de enero, el día de Santa Ana de Coro, el 26 de julio, la feria de los médanos y el repique del tambor coriano, los 30 de noviembre; sin dejar de mencionar las principales preparaciones gastronómicas, como por ejemplo el chivo, en varias presentaciones, o la leche de burra.