Aunque en ocasiones tengamos una idea de lejanía y ambientes muy fríos con respecto a los países bálticos, la verdad es que en estos destinos se disfruta de uno de los niveles de calidad de vida más altos del mundo, siendo sus principales capitales, como Estocolmo y Copenhague, reconocidas internacionalmente por su cuidado al medio ambiente, desarrollo sustentable y confort urbano.
Pero además de estas ciudades, también hay una capital báltica que, si bien es de la menos conocida, no por ello deja de ofrecer la magia y encanto típicos de este rincón del planeta: hablamos de Helsinki, la capital de Finlandia.
Una ciudad sobre islas
No nos puede sorprender, tratándose de una ciudad báltica, que también Helsinki, al igual que parte de Estocolmo y Copenhague, se emplace sobre una gran cantidad de islas e islotes sobre el golfo de Finlandia (más de 300 según se cuenta), lo que hace que esta ciudad cuente con hermosos paisajes naturales, que tanto pueden encontrarse sobre el mar Báltico, como en el interior de la capital, pues Helnsinki se caracteriza por poseer más de un tercio de su urbanización ocupado por espacios verdes, destinados al esparcimiento y la recreación.
Tour arquitectónico
Otra de las características que conforman el paisaje de Helsinki es su singular arquitectura, donde predomina el estilo neoclásico de su centro histórico, implantado durante la dominación rusa a semejanza de la bella San Petersburgo. Y hay que reconocer que se hizo un excelente trabajo, pues pasear por las calles de la capital de Finlandia, enmarcadas por los coloridos edificios de clásicas líneas, es una experiencia que sin dudas emocionará a todo amante de lo bello.
Y si bien existe una gran lista de edificios y lugares para recomendar visitar, uno que seguramente no pasará desapercibido desde gran parte de la ciudad es la Catedral Luterana de Helnsinki, que despunta imponente con sus características cúpulas esmeraldas desde las alturas de la ciudad.
Cultura y tradición
Mientras que la cultura es una constante que orienta tanto a los turistas que prefieren un turismo histórico, hasta los que optan por las salidas nocturnas, pues en Helsisnki pueden encontrarse ofertas culturales para todos los gustos, ya sea en Museos como el Nacional de Finlandia, el Museo de Diseño, o en el Teatro Nacional.
Y esto sin olvidar las deliciosas veladas que podrás disfrutarse en cualquiera de los pubs y pequeños restaurantes que pululan en el centro histórico o en la zona portuaria, que constituyen los lugares perfectos para degustar la combinación de platos suecos y rusos que han dado lugar a la cocina finesa.