La visita a Egipto no es completa sin experimentar el viaje en felucca, el tradicional barco a vela del país de las esfinges. Si bien no es capaz de ofrecer la comodidad y los servicios de un crucero, nada se compara con la belleza y las sensaciones que produce navegar silenciosamente sobre las aguas. Hechas en madera y con velas de lienzo, estas embarcaciones pueden transportar un máximo de diez pasajeros, sin contar la tripulación, integrada por el capitán y sus asistentes.
Además de ser el narrador de leyendas y guía histórico, el primero cumple la función de cocinero y ofrece delicias de abordo. Durante el recorrido, también es posible experimentar el tubbing: una serie de cámaras de neumáticos amarradas a la embarcación permite flotar en el agua verde esmeralda. Por las tardes, cuando comienza el momento del té, de la lectura y del shesh besh (o backgammon), es el momento de charlas e historias de los antiguos moradores de estas tierras por parte del capitan.