Berna es la capital de Suiza, una bonita ciudad que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983. Atraviesa el municipio el río Aar, creando un toque especial y singular que es merecedor de una visita. Posee una arquitectura medieval conservada desde hace muchos siglos.
Una de las calles principales es Marktgasse, es el centro neurálgico del casco antiguo. Los tranvías, las fuentes, la gente, las plazas le dan vida a esta pequeña ciudad. Uno de los principales atractivos es la Torre del Reloj, no dudéis en subir y conocer los engranajes y estructuras que lo componen. Un dato curioso es que nunca se ha parado, excepto una vez y fue por erro humano.
El Museo de Einstein es un edificio que alberga numerosa información acerca de Einstein, la Teoría de la Relatividad y el desarrollo de la misma en esta ciudad. Todo esto explicado de forma lúdica, para todos los públicos. El edificio es muy original y cada planta es mejor que la anterior. Otro museo es el Zentrum Paul Klee, está dedicado al artista Paul Klee, el cual donó 690 obras a la ciudad.
En lo alto de la ciudad está situada la Catedral de Berna. Lo más destacable es su portada, tiene gran importancia histórica. Si queréis unas vistas exclusivas y disfrutar de la magia de Berna, tenéis que ir al Jardín de las Rosas. Desde allí se observa el meando del río Aar que corta la ciudad en dos. Es un punto perfecto para olvidar los problemas, cerrar los ojos y escuchar el silencio.
Imagen: losviajeros.net