El movimiento en el Sunday Up Market, (funciona durante la semana como un estacionamiento), los fines de semana alberga cientos de puestos en un ambiente poco pulido pero auténtico. La oferta es vasta podrás encontrar desde: comidas, bebidas, ropas, diseños originales, juegos de mesa, masajistas…..Dos ejemplos para contextualizar la feria: café tradicional etíope hecho en vasijas de barro y sacos Yves Saint Laurent reciclados. Si sales del Sunday Up por las puertas traseras desembocarás en Stolenspace, una galería con exhibiciones asombrosas.
En una de sus esquinas encontrarás un callejón conocido como «Dray Walk» que incluye en su lista de vecinos a Ruough Trade, The Big Chill Bar, Café 1001, una concesionaria Piaggio Vespa y un puesto de hamburguesas con terraza propia, rústica claro, devenida en pasarela indie-arty style. Pegado al callejón, está la calle Brick Lane que tiene dos extremos: uno, plagado de restaurantes indios famosos por su oferta bring your own drink y sus platos al curry, y el otro conduce a un viejo mercado.
Brick Lane funde y confunde vendedores callejeros, negocios, bares, galerías y jóvenes sentados en el piso vendiendo las sobras de sus armarios por 1 euro. Uno puede encontrar ropa, telas, baratijas, productos de limpieza, alfombras y hasa bicicletas robadas a precios ridículos. El regateo es la regla. Un imperdible en Brick Kane es Beigel Bake, una institución de la comida al paso que venden bagel (pan de trigo con un agujero en el medio) relleno de queso crema, carne o salmón. Cada calle laterla de este paseo constituye una verdadera aventura.