Una de las islas más famosas del mundo es una parada indiscutida para quienes recorren las costas sorrentina y amalfitana y el golfo de Nápoles. En días claros se la puede ver desde lo más alto de Sorrentino y, en ocasiones, desde puntos claves de Nápoles, ciudad natal de Caruso. A Capri se le puede llegar en trasbordador, hidroala o ferry. Existen varias salidas diarias y los precios varian, según el tipo de transporte que se elija. Es muy recomendable tratar de viajar en cubierta o terraza del barco para poder apreciar tanto la tierra que se deja como la que se va a visitar, en este caso Capri.
En Marina Grande, desembarcadero de todos los transportes marítimos que llegan desde tierra firme, existen ofertas de todo tipo para recorrer la isla. Desde catamaranes atestados de turistas, cuyo precio es muy accesible, hasta la lancha motor de mayor presupuesto que pueden ser conducidas por sus dueños o alquiladas para que las maneje el turista. La mejor opción es alquilar un bote con capitán, que usualmente es para 6 personas. El recorrido alrededor de la isla dura aproximadamente dos horas y se visitan los puntos más destacados: la Grotta Bianca, el Arco Naturale, los Faraglioni, Marina Piccola, la Grotta Verde, la Grotta Azzurra y los Bagni di Tiberio.
Viajar en un bote privado permite al turista parar donde lo desee y hasta nadar en las grutas de aguas profundas, entre corales y peces pequeños. Si se prefiere un recorrido por tierra, los medios de transporte son variados. Se puede tomar el funicular que lleva desde Marina Grande hasta el centro de Capri, en lo alto de la isla y desde allí un autobús hacia Anacapri, el segundo poblado más importante.