Aunque la ciudad de Brujas, en Bélgica, es enteramente bella, no haríamos justicia sin destacar especialmente su centro histórico como la región local donde se encuentran la mayor parte de monumentos históricos, como religiosos, que la mayoría de los turistas optan por visitar mientras dura su estancia en la localidad, partiendo casi siempre, como punto de referencia, desde la “Plaza Mayor”, o “Grote Park”.
Justamente, acerca de la Plaza Mayor y sus inmediaciones, podemos destacar por ejemplo que allí se han instalado las estatuas de dos de los mayores héroes civiles locales, Jan Breydel y Pieter De Koninck, ambos participantes de la famosa Batalla de las espuelas de oro de 1302, y con quienes los turistas suelen sacarse fotografías durante todo el año.
Además, sobre la plaza se encuentra el Campanario de Brujas, uno de los de mayor tamaño y trascendencia de toda Bélgica, y el famoso “Hallen”, es decir, el mercado techado de la ciudad, donde cada fin de semana cientos de residentes se hacen un lugar para ir a comprar distintos elementos de la vida diaria, interactuando muchas veces con visitantes llegados de todas partes del mundo.
Tampoco podemos dejar de mencionar en este recorrido la famosa Plaza Burg, y el Ayuntamiento de Brujas, dos de las construcciones más antiguas de la zona que aún se mantienen en pie, y que son símbolo arquitectónico de la ciudad, estando ambas abiertas al público todos los días de la semana, tanto de tarde como de mañana.
Finalmente, no podríamos hablar de Brujas sin mencionar la gran cantidad de recintos religiosos, algunos de los más importantes de Europa, que se hallan en este lugar. Entre ellos, son de destacarse el convento Beguinaje Ten Wijngaerde, la Iglesia de Nuestra Señora, y la Catedral de San Salvador, entre otros más pequeños, pero que permiten a los amantes de este tipo de turismo sentirse realmente agradecidos.