Galicia pasa por ser uno de los rincones más hermosos de toda España. Es una tierra de pazos, abadías, playas, rías y montes, sin olvidarnos de su buen vino y mejor gastronomía. Todo esto hace que esta región reciba cada año millones de visitantes atraídos por su belleza. Pero a los clásicos lugares como Santiago de Compostela o las Rías de Arousa, hay que sumarles otros muchos lugares igual de interesantes pero menos conocidos por los usuarios. Es por esto que hoy queremos hacer un viaje por la Galicia más auténtica.
No es tarea fácil marcar el inicio de la ruta por esta tierra llena de sorpresas, pero tal vez un buen comienzo sea Cambados, capital del Albariño y punto central de la región, y allí su descomunal plaza de Fefiñanes, en la que destacan un pazo con su torre de homenaje y la iglesia de San Benito que dan vida a este fantástico conjunto creado íntegramente con granito. La hermosura del Pazo de Fefiñanes hace que sea considerado como uno de los más bellos de Galicia, que destaca, entre otras cosas, por su puente del arco; originalmente eran dos, pero uno fue destruido para hacer una carretera. Como en tantos lugares de Galicia, el vino va unido a la historia de este palacio, ya que fue el primer lugar de Galicia donde se embotelló vino Albariño.
No muy lejos está la Plaza de As Rodas, donde se congregan turistas y locales para disfrutar de sus locales de tapeo y vinos y la Plaza Francisco Asorey, dedicada al famoso escultor nacido en la villa. Caminando por la pintoresca peatonal calle Hospital se accede desde el centro de Cambados a la villa marinera de San Tomé que tiene también mucho para mostrar como el Pazo de Montesacro, la Torre de San Sadurniño del Siglo X y que servía como sistema de alerta de las incursiones vikingas, la Capilla de la Valvaner, lindante con el Pazo de Montesacro o el Museo Casa del Pescador. Cerca está el cementerio de Santa Mariña, junto a las ruinas de la antigua iglesia del siglo XV y con un cierto encanto gótico.
Los amantes del arte al aire libre no deben dejar de visitar el museo de La Fundación Manolo Paz, situado a tan solo 4 kilómetros de Cambados, en uno de los inigualables parajes de la comarca del Salnés, junto al estuario del río Umia. Manolo Paz, renombrado escultor nacido en Cambados expone su obra al aire libre los martes y domingos. Hay que reservar cita previa.
Y ya que hablamos de mar, como es inevitable en esta tierra, no es mala idea coger un barco y cruzar a la cercana isla de la Toja, en el municipio de O Grove, al que está unida por un puente decimonónico, para disfrutar de su estupenda oferta de balnearios, naturaleza, gastronomía y ocio. Su agradable clima permite la visita en cualquier época del año. Aquí se encuentra uno de los balnearios más famosos de España, el Gran Hotel La Toja. Las propiedades de sus aguas minero-medicinales son muy beneficiosas, y el balneario cuenta con una piscina exterior climatizada, una excelente oferta gastronómica, tiendas, una discoteca, un campo de golf, un casino o varias pistas de tenis y de pádel, entre otras posibilidades. Pero aunque la tentación de quedarse dentro sea fuerte, hay que animarse a salir y visitar la capilla dedicada a San Caralampio y a la Virgen del Carmen. Fue construida en el siglo XII, y es una de las más originales de Galicia. Su fachada está prácticamente recubierta por conchas de vieira, y su interior, de aire marinero, es modesto pero muy agradable. Una curiosidad: aquí se casó Mariano Rajoy.
Desde la Isla de La Toja hay que acercarse a la localidad de O Grove, que cuenta con un montón de playas, como la de La Lanzada, que es una de las más grandes y populares de Galicia. Sus casi 4 kilómetros de largo y blanquecino arenal, se baña con las aguas del océano Atlántico, formando olas por las que cabalgan surfistas de todo el mundo. Enmarcando este entorno de postal, la playa se rodea de frondosa vegetación y rocas puntiagudas que se adentran en el mar. Al santuario que se encuentra en ella acuden las mujeres infecundas, pues antiguas leyendas confieren a sus aguas la virtud de influir en la fertilidad. Aunque lo mejor para conseguir esa fertilidad, según se dice, es la llamada Cuna da Santa, una piedra con forma de pequeña cama sobre la que planea la sospecha de que garantiza embarazos, siempre y cuando se copule sobre ella. Al caer la noche, algunos lo intentan.
El final, o el principio, de la playa forma parte de Sanxenxo que ostenta el honorífico título de capital del turismo en las Rías Baixas. Casi unida a Portonovo, ambas son localidades de juventud, de “movida”, playa y tapeo. Sanxenxo es una de las capitales del turismo gallego. Su población se multiplica en verano. Hasta el boom del turismo no era más que una pequeña aldea de pescadores, pero la constante llegada de forasteros transformó totalmente su fisonomía, actuando como un imán su playa y su alegre vida nocturna. El puerto de Sanxenxo es eminentemente turístico, ofreciendo posibilidades de fondeo sobre todo para naves de poco calado.
Desde Cambados hacia el norte discurren rutas que conectan con el Camino de Santiago, no en vano en el año 44 la Ría de Arousa fue surcada por la barca que transportaba el cuerpo del apóstol Santiago camino de Compostela, por su fieles discípulos Atanasio y Teodoro.
Siglos después otra ruta de carácter religioso ayuda a descubrir algunos de los secretos de O Salnés. Es la Ruta del Padre Sarmiento que, entre viñedos, valles y ríos, que nos adentra en “la comarca más pintoresca que pueda soñarse”, como decía la escritora Emilia Pardo Bazán. Con la mirada puesta en las Rías de Pontevedra y Arousa, se descubre el camino que Fray Martín Sarmiento realizó en 1745 para ganar el jubileo. Un sendero de 190 kilómetros que recorre la bella costa hacia Santiago de Compostela. Una ruta llena de historia, de naturaleza y de paisajes que serán merecedores de los más bellos recuerdos. El Salnés es todo un camino sobre el mar. Un mundo de contrastes entre valles y pueblos marineros.
Aunque si se quiere realizar la ruta que siguieron los restos del Apóstol Santiago hasta Compostela, nada como hacerlo con Alvamar, en este paseo en barco se navegará desde las aguas de la Ría de Arousa hasta el puerto de Pontecesures. A tan sólo 2 kilómetros está la villa de Padrón. La ruta recorre las aguas de la Isla de Cortegada. Bamio, Catoira, Valga y Dodro serán algunas de las localidades que se pueden observar desde el río y que junto con sus puentes, torres vikingas y cruceiros acompañaran a los que decidan hacer el tramo marítimo fluvial de la Ruta Xacobea también conocido como Ruta Traslatio.
Y ya que va de paseos en barca, en el puerto pesquero de O Xufre, merece la pena realizar la excursión «Ruta de las Artes de Pesca» con la empresa Amare, un recorrido en barco de unas dos horas de duración en el que uno podrá conocer todo lo que envuelve el mundo del marisco, desde como realizan su trabajo los mariscadores y cómo se recogen los frutos del mar, hasta cómo funcionan las bateas de mejillón, estructuras para el cultivo de este molusco que tienen un máximo de 500 cuerdas de 12 metros con unos 350 kilos de mejillones cada una. En la excursión los guías explicarán todo el proceso de 14 meses de duración desde que se ponen las crías en las cuerdas hasta que los mejillones llegan a las envasadoras. Una curiosidad, con todas las conchas que sobran después de envasar los mejillones se hace abono.
Regresando a tierra firme, nos espera el Parque natural de Carreirón, un lugar caracterizado por sus playas de aguas cristalinas y blancos arenales y una zona de especial interés para el avistamiento de aves. Tras cruzar de nuevo el puente, se sigue camino hacia las playas de O Terrón, un recorrido costero que lleva al centro de Vilanova de Arousa. Este municipio, que fue la tierra natal del escritor Ramón del Valle-Inclán permitirá revivir la historia visitando su casa museo. El parque botánico del Enrique Valdés Bermejo nos dará la bienvenida a Vilagarcía de Arousa, ciudad conocida como “el Puerto de Compostela” y que permite descubrir el Pazo de Vista Alegre, que junto a su Convento forman un conjunto arquitectónico de gran valor declarado monumento Histórico-Artístico Nacional.
Saliendo ya de la comarca de O Salnés, se divisa Catoira, en medio de un paisaje de bosques y marismas. La Ría de Arousa va al encuentro del Río Ulla, creando una frontera natural que separa las provincias de Pontevedra y la Coruña. Las Torres del Oeste recuerdan su esplendoroso pasado en defensa de la villa compostelana. A partir de Padrón, la ruta sigue el trazado del Camino Portugués a través de Iria Flavia, Esclavitude y pequeños núcleos rurales del municipio de Teo. A lo lejos parece divisarse las esbeltas torres de la catedral de Santiago.
Y si tantas visitas despiertan la sed y el apetito, no hay que preocuparse, se está en el mejor lugar. O Salnés es un buen ejemplo de la mejor gastronomía gallega, que a su vez es un auténtico referente en España y en el mundo. Cuenta con una gran variedad de platos típicos y una excelente calidad en sus materias primas. Galicia tiene una arraigada cultura marinera, se sitúa entre los principales productores de pescado y marisco del planeta. El marisco de calidad por excelencia es el que se captura en la costa gallega. Los expertos sostienen que las condiciones de agua, temperatura y oleaje que se dan en estos fondos marinos hacen que los crustáceos y bivalvos posean un auténtico sabor a mar siendo todo un referente en este sector.
Además de degustar su magnífica gastronomía, uno puede atreverse a ser cocinero por un día y tratar de preparar los platos gallegos más típicos. En el Hotel A Quinta de San Amaro, considerado uno de los mejores hoteles rurales de Europa, la chef Rocío Garrido Caramés imparte a los huéspedes que lo deseen un taller de cocina que, además de instructivo, es muy divertido, en él se preparan platos tan afamados de la cocina gallega como «Almejas a la sartén», «Empanada de atún», «Arroz caldoso de mariscos» y por supuesto, de postre «Tarta de Santiago», con la inestimable ayuda de Rocío todos estos platos se acaban degustando posteriormente con unos Albariños.
Y es que otra de las estrellas de la región es el vino Albariño, considerado entre los mejores blancos del mundo. Son numerosas las bodegas que elaboran este gran vino, muchas de ellas ubicadas en pazos, con jardines de gran belleza y rodeados de los viñedos en los que se cultiva la uva albariña, autóctona de Galicia y con Denominación de Origen Rías Baixas. Es una muestra de lo que es la agricultura gallega, marcada por el minifundio, con unas 21.000 pequeñas parcelas de producción. Es la expresión de un terruño, de su historia, su clima y su paisaje, lleno de tradición y costumbres.
Dicen los enólogos que la calidad del vino tiene su génesis en el campo, en el terreno donde se planta cada viña y no sólo en el trabajo que desempeñan las bodegas. Por eso en las últimas décadas la labor y el cuidado de los viñedos han resultado fundamentales. Y en el caso de la D.O. Rías Baixas, cuya orografía es casi por excelencia tierra de minifundio, el mimo a la vid es minucioso y extremo. Se organizan visitas guiadas para conocer estas fincas, donde se explican todos los procesos de elaboración y se realizan catas con las que se aprenderá a desvelar los secretos para diferenciar y degustar este extraordinario vino.
Otra experiencia inolvidable para acabar este viaje puede ser, sobre todo para los amantes de la serie Fariñas, hacer una cata de vino en el mítico Pazo Baión, que perteneció a Laureano Oubiña y a Esther Lago. Actualmente, en el Pazo se elabora albariño y se organizan visitas a sus bodegas y viñedos.