La Montaña Pura de Sudán, también conocida como “Ŷébel Barkal”, es el nombre que la mayoría de pobladores musulmanes del país le otorga al que anteriormente fuera conocido como el “sagrado del reino de Napata”, en la zona norte de la ciudad que en la actualidad posee el mismo nombre, y que es relevante hasta tal punto, que la UNESCO le ha considerado Patrimonio Mundial de la Humanidad, en el año 2003.
Cerca de Karima, la más importante urbe de la zona, este sitio no está demasiado lejano tampoco del río Nilo, por lo que se considera que las tribus allí instaladas lo escogieron justamente por este motivo, aunque a excepción de los espacios en los que aparentemente enterraban a sus muertos, y donde pasaban una buena parte del día, no se conocen muchos más datos.
En concreto, el sitio es famoso internacionalmente, ya que allí se han encontrado lo que se denominan, dos estelas. La primera de ellas pertenece a Tutmosis III, de la dinastía XVIII, y la segunda a Harsiotef, de la dinastía XXII. Se trataba, por entonces, de dos de los monarcas más importantes que tuvo la zona, y se decidió enterrarlos allí para rendirles pleitesía incluso luego de su partida terrenal.
Una vez que nos encontramos allí, podemos destacar especialmente el establecimiento de imponentes templos locales, como por ejemplo el de Thyphonium, el de Amón, el de Karnak y el de Mut, todos los cuales se encuentran a una distancia relativamente corta uno de otro, por lo que pueden ser recorridos en cuestión de una sola jornada.
En cuanto a la historia del descubrimiento de estos sitios, no podemos dejar de señalar que el mismo se llevó a cabo en 1916, por obra y gracia del especialista internacional George Reisner, aunque posteriormente se encontraron escritos, de alrededor de 1825, que ya hablaban de la existencia de este tipo, y de su increíble belleza y antigua historia.