El MUSI, museo de la Siderurgia

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El Museo de la Siderurgia -conocido popularmente como «MUSI»- pues dicho espacio ocupa el interior de una antigua torre de refrigeración de 45 metros de altura que, además, ha sido decorada en su exterior con llamativos colores.

Con semejante carta de presentación, el MUSI se ha convertido ya en uno de los enclaves más visitados del Valle del Nalón, en plena Cuenca Hullera Central Asturiana. Una comarca repleta de magníficos conjuntos rurales (Campo de Caso, Bezanes, Campiellos…), espacios naturales de incalculable valor (Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Redes.La singular torre de refrigeración que da cobijo al Museo de la Siderurgía

El MUSI, es mucho más que un simple museo de la siderurgia asturiana, pues permite descubrir a lo largo de sus dos plantas desde los procesos básicos necesarios para la obtención de acero hasta las condiciones de vida de los trabajadores de la época, pasando por la influencia de los rasgos geológicos del Valle del Nalón. La visita del centro, que siempre se realiza con un guía especializado, comienza con la proyección de un espectacular audiovisual donde se introduce al neófito en los procesos siderúrgicos.

Ya en la segunda planta, a través de diversos paneles interpretativos, maquetas y módulos interactivos, se dan a conocer los orígenes y el desarrollo de la siderurgia asturiana, prestando especial atención a la figura de Pedro Duro y su peculiar relación con los obreros y sus familias. El museo cuenta, además, con una sala de documentación y biblioteca para todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre el tema. Tampoco falta la curiosa tienda-librería ni la cafetería, donde por un módico precio podemos degustar un contundente menú del día.

Desde su nacimiento, a finales de verano de 2006, el MUSI no ha dejado de ampliar y mejorar sus espacios museísticos, mientras que su programa de visitas por el exterior (recorriendo las viviendas obreras o el conjunto urbano de La Felguera) cuenta cada vez con más adeptos. Es la prueba palpable, sin duda, de que la conservacion y recuperación del patrimonio industrial asturiano constituye una de las mejores alternativas de futuro para sus pueblos.

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