Situada en el desierto de Siria, en la provincia de Hims, nos encontramos, luego de recorrer un extenso camino a través de la arena, con un lugar encantador lleno de historia y cultura que conquistará a los viajeros con sus bellezas.
Se trata de Palmira, también conocida como la ciudad de las palmeras, este sitio constituye un oasis creado a fines del tercer milenio a.C entre los ríos Orontes y Éufrates.
Dentro de sus ruinas se puede apreciar los restos de esculturas funerarias, hieráticas y espirituales que a la vez cuentan con influencia griega, romana y persa, obras que vieron y sobrevivieron al saqueo del emperador Aureliano.
Entre sus principales atractivos destacamos el templo de Bel, construido en honor al dios de dioses, mientras que a los costados observamos el templo de Nebo y el campamento de Diocleciano.
Un destino cautivante en medio de las extremas condiciones del desierto que refleja las costumbres y creencias de una de las civilizaciones más ricas culturalmente a lo largo de la historia.
Vía Asia Viaje