La muerte y como se le rinde tributo en los diferentes países y culturas siempre ha sido un motivo de curiosidad, muchas veces por la forma macabra de sus rituales y en otras ocasiones por la decoración que se manifiesta en las sepulturas que convierten a los cementerios en atractivos puntos de interés artístico.
Este último caso es el que se puede observar en Rumanía, con más exactitud en Sapanta, donde el Cimitirul Vesel cuya traducción significa Cementerio Alegre exhibe una manera distinta, original y colorida de homenajear a los muertos.
La principal característica de este campo santo se observa en las cruces de madera pintadas de diversos colores en donde predominan el blanco, verde, rojo y azul y también en las exquisitas esculturas tradicionales que custodian algunas tumbas.
Otro detalle a destacar son los epitafios que podemos leer en las diferentes lápidas que describen con suave ironía las circunstancias en que el fallecido dejó de existir, por supuesto, siempre con el máximo respeto.
Este particular tipo de decoración tuvo sus inicios en 1935 en manos del artista plástico Stan Ioan Patras y su trabajo ha sido continuado por sus discípulos hasta la actualidad, siendo considerado como uno de los monumentos de arte popular únicos en Europa.
Vía│Espacioblog