Aunque si nosotros tuviéramos que recomendar un motivo para ir a Cuba de seguro hablaríamos de La Habana y su cultura, las bellezas de este país no terminan allí, y es por eso que en este caso queremos hablar especialmente del Parque Baconao, que se encuentra ubicado en las afueras de la ciudad local de Santiago de Cuba, a unos 20 kilómetros de la misma, con una superficie total es de 84.600 hectáreas.
Este sitio, que como debe ser figura en todos los anuncios locales como Reserva Mundial de la Biósfera por la UNESCO, título que se le otorgó en 1987, se llama Baconao en concreto debido a que una leyenda local habla de un niño indígena que vivió en el sur de Cuba durante la etapa Precolombina, y al cual un árbol llamado Bacona le enseñó a tocar música.
Más allá de la historia, que se ha convertido en una especie de relato mitológico para muchos de los habitantes del lugar, nosotros queremos hacer hincapié en las principales atracciones que uno puede encontrarse aquí, entre las que se hallan algunas como La Gran Piedra, un gran bloque de roca de origen volcánico con dimensiones impresionantes, y que desde su cima, a más de 1.200 metros, nos otorga algunas de las mejores vistas del país.
Otro de los espacios que no podemos dejar de recorrer aquí es el Valle de la Prehistoria, con 227 esculturas de dinosaurios y animales prehistóricos hechos a tamaño natural, una especie de museo que impresionará a grandes y chicos. También está, desde luego, la Granjita Siboney, donde el “ejército” de Fidel Castro permaneció la noche anterior al 26 de julio de 1953, cuando lograron la famosa revolución cubana.
Por otra parte, también podemos encontrarnos aquí el Museo del Transporte Terrestre, con cerca de 2.500 réplicas de autos en miniatura, además del Acuario local, que ofrece por ejemplo un túnel submarino de 30 metros de profundidad, y la Laguna Baconao, que reproduce una clásica villa de la tribu de los Taínos.