Se trata del mayor parque real de Londres, un lugar rodeado de verde vegetación y de mucha calma y tranquilidad, ideal para realizar caminatas o simplemente sentarse y meditar en un agradable silencio o deleitarnos con algún interesante libro.
Este famoso parque es un legado del rey Enrique VIII y cuenta con algunas atracciones muy llamativas como por ejemplo el lago Serpentine de extraña forma de serpiente, donde los niños pueden alimentar a los gansos y también la curiosa zona de Speaker’s Corner donde podremos escuchar nuestra propia voz.
Aunque es un sitio muy bonito, no es muy frecuentado por los turistas, sino más bien por los londinenses que buscan pasar un rato apacible en uno de los mayores pulmones de la ciudad.