Inesperado campo volcánico en Mendoza

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Más de 800 volcanes y cerca de 1.000 conos volcánicos, escondidos entre dunas negras, rojas, azules y amarillas, conforman este extraño paraje conocido como el «desierto negro». Es una Reserva natural que atrae a geólogos y vutcanólogos de todo el mundo, quienes sostienen que este escenario sólo encuentra paralelo en Islandia y Hawai o en el planeta Marte.

 A 240 kilómetros de Malargüe, surge un paisaje fantasmagórico. Se trata de Payunia, una de las zonas con mayor concentración de volcanes del planeta. Desde Matargüe parten excursiones con guías especializados, el único modo de acceder a ese laberintico sitio. Temprano, una camioneta 4×4 rumbea hacia el sur, donde el paisaje se vuelve cada vez más árido. Después de algunos kilómetros, los escoriales (lenguas de lava solidificadas) son las primeras señales de actividad volcánica.

Tras atravesar el yacimiento petrolífero del cerro Fortunoso, se ven los primeros volcanes enanos, que anticipan la geografía del paisaje. Un recodo del camino lleva hacia la entrada de Payunia, donde la lava  ragmentada formó superficies lisas, inflnitas, conocidas como «Pampas Negras». Lejos, resalta el cotor violáceo del volcán Morado. La zona tiene 830 volcanes y alrededor de 1 .300 conos, diseminados en 450 hectáreas de formaciones basálticas.

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