Moscú no sólo es la capital de Rusia, sino que podemos asegurar que se trata de una de esas ciudades que vale la pena visitarse una vez en la vida. Una vez allí, entre todos los sitios que no podemos dejar de recorrer, se encuentra sin dudas el Izmaílovo, un mercadillo local, el más grande de todos, en donde podemos conseguir prácticamente cualquier objeto que nos interese.
Lo mejor de todo es que no se trata sólo de un mercadillo, sino de todo un gigantesco recinto que nos llama la atención tan pronto entramos, porque mientras se nos ofrecen cubiertos para probar la gastronomía local, nuestros ojos se apuran a ver sus primeros espacios, desde las muchas cafeterías, hasta una galería de tiro, una fábrica de jabón, un campanario y numerosos museos.
Evidentemente, el Izmaílovo es el mejor sitio en Moscú a la hora de comprar recuerdos, ya que muchos de sus vendedores y comerciantes se especializan en la compra y venta de objetos antiguos, algunos de los cuales pertenecen a la década del ´50, y que claro, se harán irresistibles tan pronto los veamos, pues es muy difícil poder volver a encontrarnos.
Por otro lado, debes tener en cuenta que aunque el mercadillo posee sus puertas abiertas prácticamente todos los días, los fines de semana hay una oferta más variada, sobre todo por la mañana, y por eso si tenemos la oportunidad de escoger el momento de ir sin dudas nos decantaríamos por éste.
Más allá de eso, es el lugar ideal para conocer en profundidad la artesanía nacional, ya que podremos encontrar encajes, chales, pañuelos de Pavlovski Posad, alfarería, forja y cuero, pieles de animales salvajes, ámbar, cristalería, y muchos otros objetos de esos que resultan imperdibles a la hora de conocer mejor Rusia.