Uno de los principales atractivos turísticos que podemos encontrarnos en la ciudad holandesa de Utrecht es la “Rietveld Schröderhuis”, más conocida en español como “Casa Schröder”, que fuera construida en el año 1924 por el arquitecto holandés Gerrit Rietveld, para ser la vivienda de la adinerada Sra. Truus Schröder-Schrader, personajes de los que obviamente el recinto toma su nombre.
La cuestión es que si bien esta casa sirvió como residencia de una de las familias más importantes de Holanda sólo hasta 1985, fue posteriormente adquirida a los sucesores por Bertus Mulder y restaurada por él mismo antes de convertirse en un museo, el cual es atractivo sobre todo, porque se trata de una construcción que apenas si cuenta con paredes para dividir sus habitaciones internas, motivo por el cual se le denomina “De Stijl”, por el pionero en este tipo de diseños.
De hecho, es tan interesante el interior de la vivienda, que la misma ha sido incluida por la UNESCO en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad, en el año 2000, lo que incluso ha contribuido a que mayor cantidad de personas llegadas desde cualquier parte de Holanda, y también desde distintos sitios del mundo, se interesen en recorrerla.
Una de las características interiores del lugar, como bien mencionábamos, tiene que ver con que no existe una acumulación estática de las habitaciones, sino que se ha buscado “una dinámica dentro de una zona abierta”, de modo tal que las cosas parecen estar puestas en sus sitios sólo para darle paso a otras, y no en realidad con algún fin estético, siendo realmente recomendable un recorrido detenido por sus diferentes habitaciones.
Es a tal punto fácil moverse en las habitaciones, que las únicas divisiones que existen entre las mismas forman parte de un complejo sistema de paneles deslizantes y giratorios. Por ello, podemos pasar de tener una sóla habitación gigante, a una casa con tres dormitorios, baño y salón, en sólo cuestión de segundos.