El corazón cultural de Venecia, la Plaza San Marcos, es conocida por sus canales, turistas… y ahora, por sus estridentes pancartas. Por estar corta de dinero, la ciudad vendió espacios publicitarios para financiar las necesarias restauraciones de las fachadas de varios edificios. Los monumentos de la ciudad literalmente se están cayendo a pedazos; en 2007, parte de una construcción de mármol cayó sobre un turista alemán, lastimándolo.
Los críticos han atacado la decisión de aplicar esta iniciativa en un sitio que es Patrimonio Mundial de la Unesco, sobre todo ahora que el Puente de los Suspiros está rodeado de anuncios (más recientemente de los autos Lancia, en una ciudad sin autos). El gobierno incluso tiene un plan para erguir un anuncio electrónico de 220 metros cuadrados en la piazza. El proyecto al estilo de Times Square se encuentra paralizado porque ningún patrocinador se ha interesado (todavía).