Dentro de sus preciados vestigios encontramos una serie de cuevas y cavernas situadas en el subsuelo y que son recorridas, en algunos casos, por ríos que nos permiten adentrarnos en ellas mediante un fantástico viaje en canoa.
Aunque no todas se encuentran abiertas al público, dentro de estas maravillosas cuevas que poseen curiosas formas e increíbles arroyos, se destaca la Cueva Piedra del Sepulcro, o también conocida como Actun Tunichil Muknal en idioma autóctono.
Posiblemente, según los datos históricos que se conocen, estas curiosas formaciones ocultas en la selva representaban para los mayas la entrada al inframundo, donde los espíritus muertos no debían ser molestados, y en otros casos allí se celebraban ceremonias rituales que servían para comunicarse con las divinidades.