Las Islas Flotantes de Los Uros forman un grupo de islas artificiales en el lago Titicaca. Están construidas en totora y sus habitantes son una comunidad ancestral que actualmente está distribuida a lo largo de la meseta del Collao. En Perú se los puede encontrar en sus propias islas flotantes en la bahía de Puno.
Estas islas se mantienen en pie gracias a una combinación de factores agrícolas y culturales. La vida alrededor del lago y la totora que brota desde el fondo son la clave para uno de los espectáculos más bellos de Bolivia.
Las islas tejidas
Las Islas Flotantes de los Uros se hacen tejiendo las totoras en las zonas donde crece de forma más frondosa. Se forma una capa natural que los uros denominan khili y sobre esta capa se alzan las viviendas. La construcción se hace con una malla tejida, también de totora, conocida con el nombre de estera.
Las casas tienen una sola habitación y para evitar los incendios se cocina en el exterior. Para diferenciar las casas de los edificios como escuelas e iglesias se utiliza un techo de calamina. También hay edificios especiales que se utilizan para la crianza de chanchos y aves de corrar.
Hay más de 20 islas de flotantes en Perú y Bolivia. En este último país comenzó en marzo de 2007 construcción de 4 islas que hoy ayudan a este pueblo ancestral a mantener sus costumbres pese al paso del tiempo.
Además de la belleza que suponen estas construcciones, las islas flotantes de los Uros son un canto a la vida en comunidad y al respeto por la naturaleza. La oferta turística en esta región ha ido creciendo en los últimos años y hoy se diversifica con paseos en balsas de junco, turismo vivencial, alojamiento básico y cocina. ¿Quieres aprender un poco sobre la vida en las comunidades de los Uros?